Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los análisis detectan una ligera mejora biológica en el Barxeta

El bosque de ribera empieza a desarrollarse, aunque se mantienen las alteraciones provocadas por los residuos y el monocultivo de la caña

Los análisis realizados hasta ahora por voluntarios en el Barranco de Barxeta muestran una calidad moderada A pesar de que el bosque de ribera empieza a mejorar, todavía se notan las alteraciones producidas por la acumulación de residuos que sufría el río y por la pobre biodiversidad asociada al monocultivo de caña. Desde la Fundación Limne remarcan que «los indicadores químicos muestran una mejora, pero hay que continuar trabajando para que la fauna vuelva al Barxeta». Cada grupo o familia de macroinvertebrados está asociada a una calidad diferente y la imagen final nos muestra la calidad del ecosistema, que se enmarca en uno de los cinco niveles que señala la Directiva Marco del Agua.

La Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Pobla Llarga tiene en marcha un proyecto de participación ciudadana para mejorar el barranco de Barxeta, en colaboración con Limne. Este proyecto se inició con las tareas de lucha contra la caña invasora y el mantenimiento posterior que ha desarrollado el ayuntamiento al cauce del Barranco de Barxeta. Estas actuaciones se completaron con plantaciones populares de especies autóctonas, con ánimo de acercar la ciudadanía al río.

Otro de los objetivos del programa es formar grupos de voluntarios que, de manera periódica, tomen datos de la calidad de las aguas del Barxeta para estudiar la evolución. La concejalía de Medio ambiente se destaca que «el voluntariado ambiental es una herramienta más para fomentar la participación ciudadana en la conservación y mejora los espacios naturales del municipio».

Actividad lúdica y didáctica

La toma de muestras que propone Limne es una actividad que, desde una perspectiva lúdica y didáctica, permite obtener una fotografía. Los voluntarios del proyecto analizarán, con unos reactivos, la cifra de pH, nitratos y oxígeno disuelto del tramo de barranco del que decidan hacerse cargo. Después de esa primera valoración, se estudiará la presencia de bioindicadores, puesto que la existencia de ciertas larvas de insectos, gasterópodos o crustáceos puede revelar el estado de calidad del ecosistema fluvial.

Limne entiende que la conservación de la naturaleza tiene que abordarse desde una óptica amplia que integre a la iniciativa público y privada. Por eso considera imprescindible «tejer una red colaborativa entre todas las instituciones vinculadas al medio fluvial y la ciudadanía». Así pues, los datos proporcionados por los voluntarios se pasan al Banco de Datos de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana para su uso en la gestión del territorio.

Compartir el artículo

stats