Un vertedero incontrolado en uno de los descampados situados en las cercanías del colegio público Pintor Teodoro Andreu de Alzira genera malestar entre los vecinos de la zona. La falta de higiene y la peligrosidad de algunos de los escombros arrojados ha alertado también a padres y madres de los alumnos del centro.
Son varias las pilas de escombros que cualquier vecino se puede encontrar si se pasea por los alrededores del colegio Pintor Andreu. Lo que más abunda son restos de lo que parece una construcción: muchos ladrillos y azulejos rotos, trozos uralita de amianto y de pvc, urinarios rotos, etc. Asimismo, aparece también algo de mobiliario en mal estado; son varios los colchones que hay por la zona, acompañados de piezas de lo que parecen sofás y sillones. Entre los variados desechos también figuran botes semivacíos de espuma aislante, así como forros de plástico de cables y una amplia colección de calzado usado. Todo ello a unos cincuenta metros de un colegio de educación primaria e infantil.
Se desconoce el origen de los mismos, pero la zona presenta montones de tierra que ha sido recientemente removida, así como huellas de lo que podría ser algún tipo de vehículo motorizado de gran tamaño, como un camión o tractor. A todo esto hay que añadirle la cantidad de maleza y majotos secos que han ido creciendo hasta alcanzar algo más de un metro de altura, que podría albergar todo tipo de insectos o algunos animales de mayor tamaño como ratas o serpientes, propios de parajes como este.
Un vertedero reincidente
No es la primera vez que los terrenos colindantes al colegio aparecen llenos de basura. Con anterioridad, los mismos vecinos han denunciado situaciones similares en las que los descampados han aparecido llenos de basura. En enero de 2014, este diario publicó que la misma zona se había convertido, también, en un vertedero improvisado. Por aquel entonces, entre los escombros que se encontraron había desde bombonas de butano hasta restos de gallos, posiblemente de pelea, que habían sido descabezados.
Las brigadas de limpieza del Ayuntamiento de Alzira ya se encargaron en aquel momento de las labores recogida de los residuos depositado a apenas unos metros del colegio. Desde entonces, la falta de control ha vuelto a llenar aquel paisaje de escombros.
