La Guardia Civil detuvo el lunes por la noche a dos jóvenes cuando trataban de sustraer equipamiento de un bloque de viviendas pendiente de ocupar en la localidad de Montserrat. No se trata de un hecho aislado. El Ayuntamiento de Alzira se ha visto obligado a tapiar incluso la escalera interior de la finca de doce alturas más entresuelo y ático construida junto al bulevar de Tulell para evitar que los intrusos accedan a las viviendas tras detectar actos de vandalismo similares.
Se trata de una finca que el promotor consiguió a duras penas acabar tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria que ha paralizado el desarrollo del sector Tulell, aunque las viviendas no se han comercializado y se encuentran vacías. De hecho, todos los bajos e incluso la puerta de la calle ya hace tiempo que se tabicaron para evitar este tipo de robos, aunque esta medida no ha evitado del todo el problema.
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, ha comentado que el ayuntamiento ha realizado diversas actuaciones para proteger el inmueble tras detectar «que había gente que entraba con carros de supermercado» supuestamente con ánimo de sustraer parte del equipamiento o que incluso la policía ha tenido que buscar a intrusos que se habían colado por el interior. «Hemos tenido que tapiar, proteger y alertar de esta situación al propietario», indicó Gómez.
El concejal de Gestión Urbanística, Fernando Pascual, por su parte, indicó que en los últimos seis o siete meses el ayuntamiento ha realizado tres actuaciones mediante órdenes de ejecución subsidiarias, que se pasarán al cobro al propietario del inmueble. El edil detalló que se había detectado que por el interior de una caja de luz que da a la calle alguien había abierto un boquete de acceso a la finca que se ha tapiado, a la vez que se soldaba la puerta metálica de la caja.
Una segunda actuación ha consistido, según explicó, en el tapiado de la escalera interior de la finca para evitar que en caso de que alguna persona entrara en la portería pudiera acceder a los pisos -en los que se han detectado algunos desperfectos, entre los que el edil citó la ausencia de algunas hojas de las ventanas- y, por último, el ayuntamiento también dio indicaciones para que se soldara otra puerta de hierro de un caja de contadores para evitar que se pueda abrir.
Fernando Pascual detalló que este caso tiene la particularidad de que se trata de toda una finca con 72 viviendas en la que todas se encuentran vacías, pero señaló que actuaciones de este tipo a través de ejecuciones subsidiarias se realizan por toda la ciudad. El edil recordó que antes de la entrada del nuevo gobierno ya se había actuado en esta finca, conocida como Atarazanas, en la que se habían tapiado todos los bajos al desaparecer incluso las puertas de hierro, y destacó que la Policía Local de Alzira había actuado de forma muy rápida para atajar esta problemática.
