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Turís y Alfarp cierran la campaña de la fruta con pérdidas de hasta el 50 %

El atípico invierno marcado por las suaves temperaturas y la posterior helada de febrero merma la cosecha de la nectarina y del melocotón Variedades como el «mirlo blanco» se han malogrado por completo

Turís y Alfarp cierran la campaña de la fruta con pérdidas de hasta el 50 %

Las cooperativas agrícolas de Turís y Alfarp confirman los peores augurios; la perdida de una gran parte de la cosecha de fruta de verano de este año debido a la climatología adversa. Turís perderá alrededor del 30 % de la cosecha, mientras que las mermas en la zona de Alfarp, donde la helada de febrero fue más violenta, alcanzan hasta el 50%. Los agricultores se muestran preocupados tras perder gran parte de su labranza (algunas parcelas se han perdido por completo) y desconocen qué parte de las pérdidas serán cubiertas por los seguros.

El origen de esta mala temporada procede del atípico invierno que se ha vivido. Las suaves temperaturas de los meses de diciembre y enero, que adelantaron la floración, y la posterior helada de febrero mermaron las cosechas primerizas, contabilizándose daños que echaron a perder la totalidad de algunas variedades. Sin embargo, en el caso de Turís, la mejora en las cosechas más tardías ha conseguido maquillar las pérdidas. «La última fruta ha resistido bien, con mejor calidad, tamaño, forma y sabor», explican desde la cooperativa de Turís.

El invierno cálido propició las primeras floraciones a partir del pasado 20 de enero. Sin embargo, la posterior helada de febrero significó la paralización del proceso de crecimiento de los frutos y la aparición de machas en la piel, el conocido como «el gorret», que impide la comercialización de la fruta al dañar su aspecto pese a que no afecta al sabor. En el caso concreto de la nectarina, la fruta que más se cultiva en Turís, las pérdidas alcanzan el 50 %, mientras que en las variedades más primerizas de esta fruta se ha perdido hasta el 70 % del total. Más o menos el mismo porcentage de pérdidas se registra en la zona de Alfarp, Llombai o Carlet. Todos estos frutos presentaban signos de deshidratación, con una piel deshecha y agrietada.

Otras de las frutas de verano que más ha sufrido las temperaturas es el albaricoque. Si bien se trata de un fruto que no cuenta con una gran extensión de cultivo en Turís (supone el 15% de los campos que cultivan fruta de verano), la merma supera el 25 % de la producción total. Además, según aseguran en la cooperativa, la perdidas en una variedad como el mirlo blanco prácticamente rozan el 100 %, mientras que otras como el mirlo naranja o el mogador se han conseguido recolectar con éxito y sin contabilizarse apenas daños considerables.

«Los resultados no van a mejorar»

Las frutas que menos han padecido estos efectos anómalos de la climatología en Turís han sido el melocotón y el paraguayo. En estos productos las pérdidas son menores pese a tratarse, en su conjunto, de alrededor de la mitad de la cosecha de fruta en el municipio. Peor suerte, sin embargo, han tenido los melocotones de la zona de Alfarp, fruta que supone el 70% de la producción. Según aseguran en la cooperativa local, «la mitad de la cosecha se ha desperdiciado» y, además, el producto es de menor tamaño. «El calor ha propiciado que la fruta empezara su fase de crecimiento antes y, en consecuencia, ha terminado antes, por lo que no se ha cumplido todo el ciclo que se requiere», explican. «Aquí toda la fruta es primeriza, por lo que la campaña de recolección ya ha terminado. Los resultados no van a mejorar», concluyen.

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