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Correos se niega a repartir más cartas en el Marenyet de Cullera

La empresa pública considera el barrio zona aislada al estar a más de un Kilómetro del centro urbano y obliga a los vecinos a establecer buzones colectivos

Correos se niega a repartir más cartas en el Marenyet de Cullera

Los vecinos del Barrio del Marenyet se sienten más aislados que nunca. Desde el pasado mes de abril, Correos ha dejado de repartir la correspondencia vivienda por vivienda y exige a los vecinos la colocación en la calle de unos buzones comunales similares a los de urbanizaciones privadas si quieren recibir el correo en el barrio. En caso contrario deben de acudir a la oficina a retirar su propia correspondencia.

El motivo de este recorte en los servicios es una resolución de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia, que declara a este barrio como «entorno especial» a efectos de la entrega de envíos postales. La CNMC defiende que se trata de viviendas aisladas o diseminadas, y situadas a más de 250 metros de la vía pública. También se consideran especiales los entornos de gran desarrollo de construcción y mínima densidad de población. Este recorte se aplica igualmente cuando el número de habitantes censados sea igual o inferior a 25 por hectárea o bien, el número de viviendas ha de ser igual o inferior a 10 por hectárea.

Los vecinos deploran que, con las condiciones establecidas , «lo que está sucediendo es que los entornos especiales van a superar a los normales, con la consiguiente universalización de este tipo de recortes».

Los residentes del Marenyet destacan que, si se aplican estas condiciones a todo el territorio nacional, más del 90% quedaría excluido del reparto domiciliario. «Parece que es lo que se pretende es un recorte de servicios similar a los de sanidad y educación, promovido por los que apuestan por la rentabilidad económica y no social de los servicios públicos. O la privatización de los mismos al hacer necesario el uso de agencias privadas para recibir cartas y paquetes en el propio domicilio».

En el caso de El Marenyet de Cullera son pocos los censados en dicho barrio al ser la mayoría de sus habitantes nacidos en el centro urbano de Cullera y no haber solicitado un nuevo empadronamiento. El número de envíos recibidos lo calculó Correos con una muestra de siete días, lo que es estadísticamente poco significativo como para aplicar un recorte tan drástico. Pero además visualiza lo importante que es el uso de las nuevas tecnologías para evitar el uso de papel y de los envíos postales innecesarios, y ahora se utiliza dicho argumento para recortar el servicio.

Para los vecinos parece del todo malicioso. El Marenyet es considerado por el Ayuntamiento de Cullera como zona urbana. De hecho es este consistorio quien se encarga del mantenimiento de sus calles, aceras, iluminación y demás servicios públicos. Se ha opuesto a la colocación de casilleros privados para los vecinos en un área de dominio público como son las aceras.

La única diferencia con el resto del municipio de Cullera es que El Marenyet está situado a poco más de un kilómetro del centro urbano. Esta política de recortes está siendo aplicada por un organismo público como lo es la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos de España desde que se abrió a la entrada de capital privado. Su acuerdo con Deutsche Bank recientemente finalizado les ha llevado a la búsqueda de un nuevo socio con el que seguir ofreciendo servicios financieros a los clientes captados en su red de oficinas postales. Esto deja a esta entidad en una posición desde la que se busca la rentabilidad económica y no social de los servicios que presta, obviando el fin por y para el que fue fundada, la prestación de un servicio público, igualitario y universal.

Recogida de firmas

Los vecinos del Marenyet, indignados ante lo que consideran un «abuso de autoridad», han reclamado ante varias instancias. Por una parte a Correos, que se escuda en la resolución de la CNMC que avala su actuación para desestimar la solicitud de que se reanude el reparto.

Los vecinos también se han dirigido al Ayuntamiento de Cullera, quien ha apoyado por escrito el que se continúe con el reparto vivienda por vivienda como se venía haciendo hasta abril del 2016.

Los vecinos también han acudido con sus quejas al Síndic de Greugues, quien ha admitido a trámite una queja, que ha trasladado al Defensor del Pueblo (por tratarse de una asunto que compete a una entidad estatal) que a su vez ha admitido a trámite por considerarla pertinente.

También los vecinos del Marenyet han presentado una petición en la plataforma digital denominada «Change.org» para reclamar multitudinariamente desde este espacio y para así realizar una denuncia social sobre lo sucedido, pues según los vecinos afectados, «es evidente que este recorte del servicio se va a aplicar en muchas más comunidades».

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