Ayer fue el Día Nacional de las Lenguas de Signos Españolas y la Agrupación de Personas Sordas de la Ribera-Alzira (Apesorial) reclamaron un poco de solidaridad a través de dos actos. El primero de ellos, por la mañana, se centró en la lectura de la declaración institucional en la que se explicó la importancia de este lenguaje como herramienta clave en el ejercicio de sus derechos, sus deberes y sus libertades. En este acto, el ayuntamiento apeló a que los diferentes actores sociales se involucraran en situar la lengua de signos en un plano más igualitario.

A lo largo de la tarde, la asociación estuvo en un stand en la Plaza Mayor con una clara finalidad: difundir su lengua entre los vecinos y hacerles partícipes de su lucha. Una pelea por superar las barreras que separan a este colectivo del resto de personas. Dando a conocer su lengua pretenden reivindicar algo tan sencillo como comunicarse con su peluquero, con la carnicera de la esquina o con el vecino de al lado.