El Ayuntamiento de Senyera ha decidido, de común acuerdo con los propietarios de los terrenos, dejar en suspenso el PAI que proyecta una ampliación del casco urbano que prácticamente duplicaría el suelo residencial existente en este municipio de 1.200 habitantes. El consistorio ya acordó meses atrás retirar la condición de agente urbanizador al promotor por incumplimiento del contrato, ya que la adjudicación se produjo en el año 2005 pero no se han ejecutado las obras de urbanización, y realizó una consulta a los alrededor de cuarenta propietarios para decidir sobre el futuro del denominado sector residencial SUH-1.
El alcalde de Senyera, Pau Mascarós, confirmó ayer que en la reunión con los titulares del terreno se abordó la situación económica actual -el proyecto de ejecución del PAI ascendía ya en 2005 a 4,8 millones de euros- y la oferta de vivienda existente en el municipio antes de plantear tres alternativas. Por una parte, acogerse a la posibilidad legal que contempla la ley de dejar en suspenso el programa durante dos años prorrogables por otros dos cuando así lo aconsejen causas justificadas de interés público o la viabilidad económica de la actuación. Una segunda opción pasaba por desclasificar el terreno de forma que se volviera a contemplar como rural y, por último, quedaba la posibilidad de seguir adelante con el desarrollo de este sector urbanístico, lo que implicaba un desembolso económico importante que debían afrontar los titulares del terreno.
Mascarós comentó que si bien algunos propietarios se mostraron partidarios de dar marcha atrás y desclasificar el terreno, finalmente se adoptó el acuerdo de dejar en suspenso el programa urbanístico por dos años para, transcurrido este plazo, volver a valorar la coyuntura y tomar una decisión. La ley valenciana de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje contempla la posibilidad de prorrogar por dos años más esta suspensión.
El PAI diseña una ampliación del pueblo a través de dos bordes urbanos que prácticamente duplica la superficie del núcleo urbano actual. El alcalde comentó que si bien Senyera ha crecido en los últimos tres lustros, no lo ha hecho a un ritmo que justifique esas perspectivas de expansión urbanística. Pau Mascarós recordó que actualmente hay en Senyera viviendas construidas y por vender y un plan de reforma interior que, cuando se finalice, generará suelo para alrededor de cuarenta viviendas, por lo que indicó que la medida de dejar en suspenso, aprobada por la corporación en el último pleno, permitirá replantearse el proyecto dentro de dos años. En cualquier caso, dejó claro que si se rescatara «se haría por fases» y de forma escalonada.
