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El hábito de barrer la calle decae y fuerza a los alcaldes a contratar más limpieza

La Mancomunitat crea un nuevo servicio con una barredora mecánica ante la demanda de pueblos que ven más suciedad, pero carecen de recursos

El hábito de barrer la calle decae y fuerza a los alcaldes a contratar más limpieza

La costumbre de barrer o fregar a diario el tramo de calle que coincide con la fachada de su vivienda, o incluso un poco más, que mayoritariamente las mujeres han mantenido en sus respectivos municipios representa un servicio público impagable. Nadie se había parado a cuantificarlo hasta que se ha empezado a echar en falta. El cambio de hábitos de las nuevas generaciones; la presencia de casas deshabitadas en centros urbanos que antes estaban ocupadas por personas que realizaban esta labor o la construcción de fincas en lugar de unifamiliares ha provocado que algunos pueblos ya no estén lo limpios que estaban antes. Las ciudades de cierto tamaño tienen contratado un servicio de limpieza viaria, habitualmente a través de una empresa, que representa un lujo inalcanzable para un pueblo pequeño. La Mancomunitat de Municipios de la Ribera Alta, a propuesta del Ayuntamiento de Guadassuar, aprobó el martes en la junta de gobierno la creación de un servicio de limpieza viaria mediante una barredora mecánica que pondrá a disposición de los ayuntamientos.

«Guadassuar siempre ha sido un pueblo muy limpio e incluso la gente que venía de fuera se sorprendía por esa característica, y aunque aún hay mucha gente que barre la calle, ha cambiado, no es lo mismo», explicó ayer el alcalde de Guadassuar, Salvador Montañana, mientras recordaba que en la reunión que el presidente y la vicepresidenta de la diputación mantuvieron con los alcaldesa de la Ribera para conocer sus necesidades, ya se evidenció que se trata de un problema general. «Es una obligación municipal mantener limpias las calles, pero los municipios no pueden prestar ese servicio», comenta Montañana, que vio que la solución podía pasar por mancomunar el servicio.

El presidente de la Mancomunitat, Txema Peláez, confirmó ayer que se había valorado en un primer momento la posibilidad de adquirir una barredora mecánica a través de los planes provinciales de la diputación, una opción que finalmente se descartó debido al alto coste de compra y mantenimiento y a la necesidad de contar con otro vehículo para trasladarla de un pueblo a otro. Finalmente, se ha buscado un acuerdo con una empresa especializada que ya dispone de la maquinaria. Este servicio puede representar un complemento en municipios que cuenten con un servicio de limpieza aunque, apunta Peláez, «en otros puede ser la única limpieza viaria que tengan». «Antes, en los pueblos pequeños, la gente mantenía limpia su frontera, pero esa costumbre ha desaparecido en muchos sitios y las calles están más sucias», confirma el también alcalde de Sumacàrcer.

«Yo comenté que si la Mancomunitat creaba este servicio Guadassuar lo contrataría cinco días al mes», recuerda Montañana. El pleno que el ente comarcal celebrará el 14 de julio deberá ratificar el acuerdo de creación del servicio de limpieza viaria. La propuesta contempla servicios con una duración mínima de tres horas por un precio de 375 euros, con un coste adicional de 70 ? por cada hora de más.

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