El Ayuntamiento de Alzira contempla recurrir a ganado para aprovechar el trabajo de «limpieza» que realizan las ovejas y cabras en la montaña como un factor de prevención de incendios. El concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, ha reivindicado con insistencia tras el incendio que arrasó 2.200 hectáreas en Carcaixent la necesidad de reflexionar sobre la política forestal que se ha aplicado en los últimos años y buscar alternativas. «Hasta ahora se está haciendo una política de extinción de incendios que nos resulta muy cara con la movilización de aviones, helicópteros, cubas y mucha gente y la montaña ha desaparecido, lo que estamos diciendo es que eso se invierta y se realice una política de prevención», comentó Carreres.
El edil considera que en esta nueva estrategia se debe apostar por el arbolado autóctono en lugar del «monocultivo del pino», que favorece estos grandes incendios, recuperar la presencia de ganado en las montañas y la agricultura de montaña que permite separar grandes masas forestales y también la realización de franjas de seguridad o incluso la extracción de biomasa para transformarla en pellets, lo que contribuye a mantener limpios los montes. «Se tiene que contemplar todo en su justa medida porque lo que tenemos ahora son auténticos polvorines», comentó Carreres.
La presencia de ganado y el pastoreo se contempla como una opción más para mantener limpio el entorno de pistas forestales, cortafuegos o franjas de seguridad. El principal problema es la escasez o ausencia de ganado en Alzira. Su uso, no obstante, está permitido incluso dentro del paraje natural municipal Murta-Casella, si bien con determinadas restricciones al tratarse de un espacio protegido.
Cabe recordar que, en el año 2012 y a propuesta de la sociedad de cazadores, que alegaba que históricamente el ganado siempre había estado presente en las montañas de Alzira, tanto el Consell Municipal de Medi Ambient como el Consejo de Participación del Paraje Natural Murta-Casella dieron el visto bueno a una experiencia acotada en el tiempo aunque, en base a un informe del área de Medio Ambiente, en un espacio muy reducido junto a la pista forestal y con un número de cabezas muy pequeño para evitar daños en el paraje. Apenas se autorizaba la presencia de una decena de cabras. Esa fue la respuesta al propietario de un rebaño con unas 170 cabezas que se localizaba entonces en un corral en las inmediaciones de la Font del Barber, aunque en el término de Benifairó.
Pep Carreres incidió en que el paraje tiene una biodiversidad que hay que cuidar y comentó que la ganadería debe contemplarse como una opción más en nueva política forestal. El edil de Compromís anunció su intención de organizar a finales de año unas jornadas para reflexionar sobre las políticas forestales y la prevención. Cabe recordar que el Ayuntamiento de Alzira acordó el miércoles, por unanimidad, exigir a la Generalitat que invierta en el mantenimiento de las montañas para evitar nuevos incendios.
