Los vecinos de las calles Sant Cristòfol y Purísima de Antella pueden descansar un poco más tranquilos. Tras más de un mes de problemas con las pulgas por la aparición de una casa llena de basura debido a que su inquilino padece el Síndrome de Diógenes (según los expertos), los operarios de la empresa contratada por el ayuntamiento procedieron a desalojar ayer la vivienda.
Alrededor de diez trabajadores estuvieron durante todo el día sacando todos los objetos de la vivienda, hasta llenar dos contenedores industriales con toneladas de basura. El consistorio de Amparo Estalich dio orden a la empresa (con el consentimiento del vecino propietario) de vaciar completamente el hábitat, por lo que se desecharon muebles, restos orgánicos, electrodomésticos e incluso ropa y enseres personales.
La empresa de desalojos (cuyos trabajadores actuaron completamente protegidos) actuó ayer tras varias sesiones de desinfección que intentó paliar la plaga de pulgas que se había extendido también por las casas colindantes. Además, por la puerta de entrada y las ventanas salieron durante semanas a la calle, produciendo dolorosas picadas a los vecinos, que se reunieron e incluso recogieron firmas para exigir una rápida intervención del ayuntamiento. Sin embargo, las trabas burocráticas, la necesidad de contar con el consentimiento del propietario y la negativa de una empresa anterior a desalojar la vivienda dificultó el trabajo y retardó la solución por encima del mes.
En los próximos días tendrán lugar nuevos procesos de fumigación hasta que la casa quede completamente desinfectada y la plaga de pulgas sea totalmente aniquilada. También las viviendas aledañas han sido tratadas. Además, los Servicios Sociales del ayuntamiento antellense controlarán en todo momento el comportamiento del propietario para que no se produzca de nuevo una situación similar.
El consistorio de Estarlich ha realizado en las últimas semanas otros tratamientos contra plagas como las de las cucarachas o mosca negra y mosquito tigre, en colaboración con los servicios de la Mancomunitat de la Ribera Alta. Sin embargo, el problema de las pulgas era puntual y localizado, más allá de algunos casos por los jardines o campos agrícolas.
