Apenas tres días después de que se diera por extinguido el incendio de Carcaixent, el gobierno alcireño solicitaba la adhesión al programa de ayudas para parajes naturales municipales convocado por la Diputación de Valencia con el objetivo de obtener financiación para redactar un plan de prevención y otro de emergencias propios del paraje Murta-Casella. El plan especial del paraje aprobado en 2013 marcaba un plazo máximo de cuatro años para elaborar estos documentos que permitirán conocer una estimación de costos y fijar una planificación de actuaciones para reducir la incidencia de cualquier incendio forestal que se pudiera producir.
El ayuntamiento también se dispone a elaborar el plan de usos del paraje que regulará tanto qué tipo de actividades se pueden realizar en el mismo -existe cierta preocupación por la cada vez mayor presencia de drones en la Murta y se trata de un aspecto que, a buen seguro, se definirá- como incluso el aforo máximo recomendable, dada la creciente afluencia de visitantes.
Por otra parte, y en base a la propuesta elevada desde el consejo asesor del paraje natural municipal, también se pretenden cerrar sendas irregulares que se han detectado en algunas zonas como en la subida a la Creu del Cardenal, uno de los itinerarios con mayor tráfico de senderistas, o en la conocida como senda botánica, la pista de la umbría hacia el Pas del Pobre, para evitar daños en zonas que se consideran de alta fragilidad por la presencia de flora y fauna protegida.
El área municipal de Medio Ambiente ha valorado en algo más de 16.000 euros el importe de estas actuaciones destinadas a una mejor gestión del paraje y se ha solicitado a la diputación una subvención de 10.000 euros.
