El Ayuntamiento de Benifaió ha tenido que realizar una modificación del emplazamiento del nuevo polígono industrial previsto en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) por la entrada en vigor de la nueva legislación contra inundaciones, el Patricova 2. El julio de 2014 el anterior equipo de gobierno del PP ya presentó un PGOU que buscaba también resolver la acuciante falta de suelo industrial para dar servicio a empresas que buscaban (y buscan) establecerse en Benifaió o ampliar las naves con las que ya cuentan. Sin embargo, el nuevo Plan de Acción Territorial sobre prevención de Riesgos de Inundaciones de la Comunitat Valenciana alertó de que la zona de expansión industrial se situaba en una zona no adecuada. El actual ejecutivo de Marta Ortiz (PSOE) ha decidido que pase a la otra parte de la carretera que une Benifaió con Catadau, una zona que comprenderá alrededor de medio millón de metros cuadrados.
El proyecto entra ahora en un periodo de alegaciones. «Las especiales circunstancias urbanísticas de Benifaió, con el desarrollo de las diferentes SAU, exigen una formulación del Plan General extremadamente cuidadosa y alejada de modeles radicales o utópicos, apoyado en el paisaje y la calidad medioambiental, así como la sostenibilidad», explica el plan de ordenación que el actual ayuntamiento pretende que sea definitivo.
Los nuevos desarrollos industriales se implantarán entorno a las áreas existentes actualmente, consolidadas y próximas a ejes de comunicación como la Autovía A-7 y la CV-520. Esto supone que las zonas industriales situadas al sur del casco, junto al camino de la Marcelina, deberán ir desapareciendo, dando lugar a nuevas zonas residenciales, las más próximas al casco y terciarias, las más próximas a la CV-42. De este modo se plantea una operación de renovación urbana cerca del casco urbano, incluyendo los suelos hoy consolidados por edificaciones industriales-almacenes, como suelos de uso almacén-terciario, destinados a ser de uso residencial y la ubicación de equipamientos comerciales, hoteleros y hosteleros, lo suficientemente alejados del casco para no generar molestias. Se busca con ello resolver el problema acuciante de falta de suelo para la implantación de nuevas industrias y la ampliación de las existentes.
El nuevo PGOU también prevé un crecimiento del casco urbano siguiendo un modelo compacto, en el que prima la proximidad al núcleo existente. El aumento del suelo residencial es pequeño en comparación con el aumento del suelo industrial, debido principalmente al agotamiento del suelo industrial previsto en las Normas Subsidiarias y a la no consolidación del suelo residencial tanto urbano como urbanizable de las mismas. El crecimiento se propone que se produzca de forma concéntrica pero basculando hacia el sur respecto al núcleo central, siguiendo el esquema actual, con la limitación que supone la orografía, así como las infraestructuras ferroviarias y viarias próximas al casco y el Barranco del Tramusser.
El ayuntamiento diseña una planificación unitaria por lo que respecta al suelo urbano y el urbanizable, evitando la dispersión de actuaciones y asegurando también la homogeneidad en la planificación del casco antiguo.
