Los vecinos de Antella temen más las consecuencias negativas que pueda tener para la localidad la trágica muerte de un turista, como ocurrió el del pasado domingo en la playa fluvial, que los supuestos peligros que ofrece el propio Assut. El paraje forma parte de su ADN, es algo que sienten de manera muy profunda y su mayor deseo es que las víctimas que se producen cada año en el lugar no sentencien uno de sus mayores atractivos turísticos. Los antellenses tienen muy claro que aunque l'Assut suponga un peligro real, conviven con él desde hace muchos años y, por tanto, relativizan el riesgo de nadar en sus aguas.
En boca de muchos residentes, l'Assut es «un lugar envidiable». El paraje se ha convertido en un atractivo turístico durante la época estival de gran importancia para el pueblo, por lo que aquellos que gozan de darse un chapuzón no necesitan ir a la playa porque en el interior de la comarca tienen este singular paisaje. Además, muchos ciudadanos se siente más atraídos por el agua dulce de los ríos que por la salada del mar.
Este atractivo puede perder fuelle y es uno de los temores que apuntan los vecinos: «Este tipo de incidentes dañan la imagen de Antella y de l'Assut y afecta al turismo de calidad». Porque ese es un pequeño matiz que los vecinos observan, en cuanto a visitantes se refiere: «Hay un turismo que es el que corre peligro, el de las familias que vienen con sus hijos», apuntan. El otro tipo de turistas que existen, según los vecinos, es el de «personas que desatienden los consejos de los que llevamos aquí toda la vida, que en ocasiones son irrespetuosos y que no tienen apego al paraje», apuntan. Algunos vecinos denuncian, incluso, que muchos de los visitantes van al lugar a ingerir grandes cantidades de alcohol. Es por ese motivo que algunos vecinos rechazan acercarse a tomar un baño durante los fines de semana.
Al río desde pequeños
Episodios como el del domingo ocurren todos los años, aunque no son la tónica predominante de l'Assut. Todos los días, los vecinos acuden a refrescarse y disfrutar de su familia y amigos sin que ocurran desgracias más allá de las típicas insolaciones y demás incidentes propios de la época estival. Precisamente, ese es el principal factor que los vecinos destacan cuando se producen accidentes mortales: las víctimas suelen ser personas foráneas que desconocen el lugar.
Los vecinos se han criado en las aguas de l'Assut y por ello conocen al detalle el río, su profundidad y la fuerza del agua: «Desde bien pequeños hemos nadado aquí, los niños de cuatro o cinco años nadan sin ningún problema», apunta un vecino, «sabemos las zonas adecuadas para sumergirse y aunque sabemos que existe un cierto riesgo, el peligro viene cuando la gente de fuera intenta imitar las conductas de los que llevamos aquí años». Una de las ideas que todos los vecinos comparten es que las víctimas mortales «son siempre extranjeros, rara vez alguien de Antella se ha ahogado o ha padecido algún accidente grave», señalan.
Hay vecinos que comparan l'Assut con ir a la playa o conducir: «Está claro que puede ser un lugar peligroso, nadie lo niega, pero también hay gente que muere ahogada en el mar, o que tiene un accidente en un coche; son situaciones que entrañan cierto riesgo pero muchas veces lo que dispara ese factor es la propia persona».
La comparación con la playa tiene su parte de razón ya que, algunos vecinos apuntan a que una posible solución al problema sería que el paraje se declarase zona de baño: «Eso implicaría mucha más seguridad ya que podríamos contar con un socorrista o al menos disponer de salvavidas», apunta un vecino. Esto puede tener sus ventajas y sus desventajas, pero hay algo que es indudable: L'Assut forma parte de su día a día y quieren que siga siendo así a pesar de algunos episodios negros.
