La cautela es máxima y a cada afirmación le sigue un aviso de prudencia. Sin embargo, la investigación avanza y según apuntó ayer el representante del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia José Miguel Basset, los técnicos que están estudiando las causas del incendio de Carcaixent que quemó 2.300 hectáreas consideran que pudo haber más de un inicio. En el marco de la asamblea ciudadana organizada por el ayuntamiento carcagentino para dar a conocer las principales claves del incendio de hace casi un mes y de la Fira Modernista que tuvo lugar pocos días antes, el bombero indicó que se desconocen todavía las causas del inicio de las llamas que arrasaron prácticamente la totalidad del término de Carcaixent pero criticó con dureza las quemas agrícola cuando están completamente prohibidas por la legislación de prevención de incendios. Además explicó la enorme dificultad de su combate y, a respuesta de un vecino indignado por la falta de medios desplazado, apuntó que pudo haber varios focos iniciales, por lo que no se descarta que pueda ser fruto de varios accidentes o de un fuego intencionado en diversos enclaves para dificultar las labores de apagado. Lo que está claro es que el incendio fue fruto de una acción humana.
El incendio se vio amplificado por la existencia de unas condiciones climatológicas completamente adversas, con rachas de viento por encima de los 30 kilómetros por hora, más de 30 grados de temperatura y menos de 30 % de humedad en el ambiente. Con dichas condiciones, «el incendio de Carcaixent fue como un tsunami. Daba igual que pusiésemos a todos los efectivos de España a combatirlo, no se podía hacer nada», argumentó Basset. En el turno de preguntas, algunos vecinos y vecinas también protestaron por la falta de cobertura en algunas zonas determinadas en las que el fuego se aproximó peligrosamente a las viviendas, aunque finalmente se pudieron salvar. Otras pidieron ayudas para poder hacer frente a las consecuencias de las llamas, que se llevaron también por delante huertos agrícolas que no volverán a ser conreados.
El alcalde, Paco Salom, dijo que hay que mantener vivo el recuerdo del incendio para concienciar a la población y aprovechar la experiencia y que no vuelva a suceder «un desastre así».
