La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) hará frente al avance de la planta invasora «Ludwigia Grandiflora» por el cauce del río Albaida en su paso por Manuel y del propio Xúquer en término de Algemesí, cerca de la desembocadura del Magre. Los técnicos se encuentran trabajando en la zona y estudiando la magnitud del problema para elaborar un plan eficaz contra esta tipo de vegetación acuática, más propia de aguas estancadas.
Ninguna de las intervenciones anteriores ha sido efectiva y los ayuntamientos han criticado la pasividad de la CHJ. Ahora se planea realizar una serie de actuaciones puntuales en los lugares más afectados por la planta, que llega a cubrir por completo grandes tramos del cauce creando un tapiz de color amarillo que imposibilita ver el río.
En los últimos días, los expertos de la CHJ se han desplazado a dos de los principales focos de esta planta de origen suramericano en la comarca de la Ribera. Hasta que se dé por concluido el reconocimiento de la zona no se establecerá un plan de actuación concreto, pero la CHJ ha confirmado que la idea es intervenir de manera puntual para frenar la expansión de esta especie de flora acuática. Precisamente este es uno de los principales inconvenientes con los que se encuentra la confederación: la habilidad que demuestra para avanzar y reproducirse hasta cubrir la superficie total del agua. Otro de los problemas a los que se enfrenta la CHJ es la manera concreta de afrontar el problema. Al vivir en el propio cauce del río, la utilización de herbicidas para acabar con la planta está descartada, ya que eso podría afectar de manera negativa a la calidad del agua.
Esta planta tiene su origen al otro lado del Atlántico y se introdujo en el ecosistema mediterráneo como planta ornamental para estanques y jardines. Se caracteriza por poseer unas flores amarillas de cinco pétalos y por su capacidad para mermar la biodiversidad del río, ya que contribuye al agotamiento del oxígeno. Además de para decorar, la «Ludwigia» se ha empleado en ocasiones para favorecer la pesca puesto que la vegetación enraizada crea un buen nicho para el desove de los peces.
Arraigado en el tiempo
La «Ludwigia grandiflora» es una planta herbácea perenne, con tallos erguidos que pueden medir más de un metro. Enraíza bajo el agua y tiene una parte superficial que puede medir entre 40 y 80 centímetros. El catálogo de amenazas para nuestro ecosistema del Ministerio de Medio Ambiente la califica como «una de las especies exóticas más invasoras».
No es la primera vez que esta planta acuática originaria de Sudamérica que se introdujo como planta ornamental aparece en el Xúquer. A mediados de la década anterior, con el río en un estado muy deficiente, las brigadas de la CHJ tuvieron que actuar en diferentes ocasiones para retirar poblaciones de Ludwigia en diferentes tramos.
Hace ahora dos años, el Ayuntamiento de Alzira instó a la Confederación Hidrográfica del Júcar para que actuara ante la aparición de la planta acuática en el cauce del río para evitar su expansión. Pero los técnicos, al observar diversos tramos del cauce, se encontraron con que la «Ludwigia» había arraigado en algunas zonas que ahora cuentan con los dos focos más importantes de la comarca: el cauce del río Albaida a su paso por Manuel y el tramo del Xúquer de Algemesí, justo en la desembocadura del Magre.
El alcalde de Manuel, Josep Antonio Pastor, ya solicitó hace ahora un año a la CHJ que se limpiara el cauce. En aquella ocasión, el organismo alegó que no había dinero para actuar pero instó al consistorio a presentar un proyecto que se aprobaría para que se procediera a la limpieza del cauce con fondos municipales. Por su parte, Algemesí tildó de «dejadez» el hecho de que la CHJ desoyera las solicitudes de los consistorios, por lo que los técnicos municipales se encuentran confeccionando un proyecto para solicitar una línea de ayudas a Diputación de Valencia para que se limpie el río.
