Uno de los ejemplos en los que se puede ver el aumento de pobreza en la comarca es en los bancos de alimentos repartidos por el territorio. El de l'Alcúdia es uno de los que refleja esta particularidad, ya que lejos de recibir menos vecinos, ha visto cómo cada vez atiende a más población. La concejala de Servicios Sociales, Rosa Martínez, confirma este aumento: «Cada vez tenemos más usuarios, a lo mejor se da una baja pero vienen tres o cuatro personas o familas más», explica Martínez.
A su vez, la concejala habla de cómo el problema de la pobreza se ha extendido entre diversos sectores de la población: «Cuando el comedor abrió sus puertas, venía sobre todo gente extranjera, a la que la crisis le complicaba su adaptación, pero ahora acuden muchos vecinos que llevan aquí toda la vida, y vienen avergonzados por tener que verse en esta situación». Además, el comedor atiende incluso a personas con trabajos precarios que no pueden hacer frente al pago de sus facturas mensuales.
Por su parte, Cáritas Cullera informa de que un total de 1.324 personas fueron beneficiarias de su acción en 2015. De ellas, 318 son menores de edad. De las más de mil personas beneficiarias deesta ONG católica, en torno al 65% sufren necesidades alimentarias de primer orden. La recogida de alimentos y ropa se ha incrementado aún más si cabe a lo largo de todo el 2015 y lo que va de año. Asimismo, la acumulación de ciertos factores incrementa el riesgo de caer en pobreza y exclusión social y dificulta la salida de dichas condiciones. Estos factores tienen que ver con la formación, tener una relación de desventaja en el mercado laboral, residir en un hogar monoparental, la pertenencia a una minoría étnica o tener padres con una nacionalidad diferente a la española.
