En la actualidad, el compositor compagina su faceta creadora con el cargo de director titular de la Sociedad Ateneo Musical de Cullera que este año está inmersa en las celebraciones de su 120 aniversario. Aprovechando que ayer mismo, sábado 16 de julio, se celebraba el concierto especial de la efeméride, aprovechamos para hablar con él de forma amplia sobre su presencia en la sociedad musical de Cullera.
Llega a Cullera después de 20 años dirigiendo la Banda Primitiva de Paiporta. ¿Cuáles son los principales cambios que se experimentan?
Esencialmente hablamos de lo mismo en uno y otro sitio. De lo que se trata es de sacar lo que se esconde dentro de la partitura. Aún así, el Ateneo es una sociedad musical con solera. Aquí mueves la batuta y esto ya suena. Es otro tipo de trabajo, aquí hay que sacar aquello que no se ve en la partitura. La magia y la música que se esconde en la partitura cuando lo crea el compositor. Aquí el músico tiene técnica, lo toca todo, pero hay que pulir pequeños detalles.
Su llegada a Cullera es como mínimo anecdótica. Se va de Paiporta cumpliendo 120 años y llega a Cullera para cumplir los 120 años.
Me siento afortunado por ello. Llegué a Paiporta cuando cumplían 100 años y estuve allí 20 años. Cuando llego a Cullera me enteró, no lo sabía, que se cumplían los 120 años de esta sociedad. Cuando me entero me dicen que tenía que preparar actos para celebrar la efeméride y es algo que me alegró. Acabé de una celebrando 120 años y empiezo en otra con la misma celebración y motivación. A mí todo lo que sea hacer música me gusta, me agrada. Tener proyectos por delante es algo que me ilusiona y este es un nuevo reto. Yo quiero hacer feliz al mundo, y eso solo se hacerlo con la música.
Llega de la mano de una selección prevista con otros directores, para dirigir a la banda sinfónica de la entidad y le eligen músicos y directivos.
No era una cosa que me gustase, ciertamente no creo que necesitara en absoluto pasar una prueba de estas características. Dirigiendo a la Simón Bolívar en Venezuela por ejemplo y otras agrupaciones importantes por todo el mundo. ¿Qué necesidad tenía yo de someterme a esta oposición? Realmente no lo entendía. Pero bueno, teníamos que pasar por este trámite. Yo les decía a mis compañeros de examen que no éramos ninguno ni mejor ni peor. Creo que fue el hecho de buscar la persona más adecuada para el cargo. No el mejor para él. Tuve la suerte de ser escogido yo, con la anécdota de que uno de los compañeros en estas pruebas es ahora el director en la agrupación donde dejé la vacante para venirme a Cullera.
Dos objetivos básicos en la vida de Ferrer Ferran. Por un lado hacer feliz a la gente con la música y por otro que la música se abra al mundo, que no se quede estancada en donde se crea.
Sí. Es verdad que ser el más famoso en tu pueblo está muy bien, pero también es cierto que en el mundo en que vivimos, con los medios actuales, con las redes sociales, con la posibilidad de que todo el mundo tenga acceso a tu trabajo, no nos podemos quedar estancados en donde estamos. La música es internacional. Todo el mundo la entiende. Cuando se realizan trabajos de nivel, no se pueden quedar aquí, ha de disfrutarlo todo el mundo. Ayer hacíamos un concierto aquí y en 24 horas se está oyendo en todo el mundo. La grandeza es salir de donde estas. Por ejemplo, el Ateneo Musical de Cullera, como de muchas bandas de la comunidad son conocidas, suenan, pero no son un referente porque prácticamente no han salido de aquí. Y muchas veces es una lástima porque la calidad que tienen nuestras bandas es impresionante pudiéndose oír en todo el mundo. Tenemos un producto muy bueno pero nos falta saberlo exportar fuera de nuestras fronteras. En el Ateneo las cosas están cambiando. Ya hemos creado un canal de Youtube para que la gente nos conozca. Los conciertos se grabaran correctamente con calidad para que lleguen a todo el mundo.
