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Los pilares de la fiesta

Cuatro de los vecinos que evitaron la desaparición de un festejo declarado hoy Patrimonio de la Humanidad se han convertido en referentes de una costumbre transmitida de padres a hijos

Las cuatro patas de la cultura autóctona son el Corpus Christi de València, el Sexenni de Morella, el Misteri de Elx y las fiestas de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí. Estos festejos no se pueden entender sin la gente que trabaja para mantener viva cada año la tradición. En el caso de las fiestas patronales de Algemesí, los barrios son los protagonistas y el alma de una celebración antiquísima. Desde mediados del siglo XIX, el pueblo de Algemesí quedó estructurado en torno a cuatro barrios (València, la Muntanya, Santa Bàrbara y la Capella) para consolidar la organización de las fiestas de la Mare de Déu de la Salut y del Cristo de la Agonía.

La pasión por las fiestas de septiembre, declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se ha sabido trasmitir de padres a hijos. Sin la generación de quienes hoy pasan por ser los más veteranos, las fiestas de la patrona de Algemesí hubieran caído en el olvido. He hecho, flaquearon peligrosamente hace varias décadas, en torno a los años setenta, y lograron revitalizarse gracias al espíritu de los maristas y otros colectivos locales que les dieron el empujón definitivo.

Los festeros de cada barrio permiten hoy que la gente pueda disfrutar del desfile de los personajes bíblicos y de la exhibición de los bailes valencianos más ancestrales. Además, han conseguido mantener viva, en cierta forma, la Plegà. Un acto en el que se recoge comida y donativos para les colles que forman parte de esta emblemática fiesta.

Julio Medrano, Joaquín Machí, Vicent Nácher y el Mestre Tomás Pla simbolizan como pocos ese espíritu de autoafirmación colectiva. Estos cuatro miembros del Patronat de la Festa, organizadora de los festejos, y del gremio de festeros del Barri de Santa Bárbara, tienen marcados en el calendario y en sus propias vidas los días 7 y 8 de septiembre. Gracias a ellos nuestra memoria persiste.

El Abuelo Colomet, Joaquín Machí, el Mestre Tomás y Vicente Nácher no son solo cuatro jubilados que disfrutan viendo como sus hijos y nietos participan en la fiesta de su pueblo. Son cuatro testimonios vivos de la historia de las fiestas. Son como los vigilantes que fijan la tradición y que piden el relevo para manterla a salvo. «Las fiestas las hacemos nosotros y son parte de la identidad y la cultura de Algemesí», proclaman con orgullo los cuatro veteranos.

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