La primera playa que suecanas y suecanos disfrutaron en su término fue la del Mareny de Barraquetes. Precisamente ayer se cumplían 125 años de un acuerdo municipal mediante el cual decidieron comenzar a habilitar el primer camino para poder acceder a la orilla del mar para tomar el baño. En el Pleno de aquel 16 de julio de 1891 comenzó todo.
Hasta esa fecha de finales del siglo XIX fue Cullera el punto elegido por aquellos que podían permitirse el lujo de veranear y tomar el baño. En la documentación existente en el Archivo Municipal queda constancia de que fue el concejal José Fos Segarra quien sugirió que la playa del Mareny, «perteneciente al término de esta villa», podía «satisfacer esta necesidad con más comodidades que las que ofrece Cullera». Fos apelaba a «las molestias que se causaba» al vecindario de Sueca «al verse precisado de acudir a la vecina población».
Para ello pidió que el municipio «pusiera la carretera que conduce a la citada playa del Mareny en condiciones que pudieran llegar hasta ella fácilmente los carruajes». La actuación, y el diseño de un trazado de caminos, redundaría en beneficio de los propietarios, los colonos de aquella partida agrícola que residían en barracas, y de los vecinos en general, según defendía Fos junto al Síndic y también concejal Silvestre Marí.
Así, «con el fin de llevar a efecto lo que tan especialmente tiene recomendado la superioridad sobre el fomento de carreteras rurales», según se expresa textualmente en el acuerdo de aquel Pleno, se creó una comisión municipal «para que estudien y propongan las carreteras que se consideren necesarias en la partida del Mareny de este término para el servicio de la agricultura y el bienestar e interés general de este vecindario».
Primera referencia escrita
La primera información sobre la existencia de habitantes en lo que hoy es el Mareny de Barraquetes data de las anotaciones de quintas de finales del siglo XVIII. En el Padrón general de vecinos de la Villa de Sueca de 1849 queda constancia de 37 habitantes, integrados en siete familias, residentes en la Partida del Mareny. Son las primeras referencias concretas, según publicó el reverendo Andrés de Sales Ferri en su libro «El Mareny de Barraquetes. Apuntes históricos». Treinta años después ya eran 293 las personas censadas.
Agricultores en la costa y de espaldas al mar, el poblado tuvo importancia como pescadores de agua dulce. No en vano en su término, ahora autónomo, de 2'42 kilómetros cuadrados y unos 900 metros de playa con algunas dunas relativamente vírgenes, está la Gola del Rei, la última salida natural de l'Albufera al Mediterráneo. De las tres que hubo, queda como testigo la Pesquera del Fabat.
Entre los primeros pobladores aparecen apellidos que existen en Sueca, como Alberola, Borja, Chornet, Guardiola, Llopis, Olivert, Raga, Ripoll, Ros y Tatay. Y posiblemente como consecuencia de la necesidad de mano de obra en determinadas épocas del cultivo del arroz también destacaban las personas procedentes de la Marina, la Safor, l'Horta y otras poblaciones de la Ribera. Y en menor medida, de la Vall d'Albaida, l'Alcoià, Utiel-Requena, el Camp de Morvedre y la Costera, así como de media docena de provincias españolas.
Se constituyó como entidad local menor del municipio de Sueca en la primavera de 1999. Aumenta notablemente durante el verano la población de poco menos de mil habitantes. Salvo contadas excepciones, ha primado la horizontalidad en sus construcciones de segunda residencia o de verano. En cierto modo, escapó de la fiebre por las grandes construcciones de muchos espacios de la costa valenciana.
