Presidentes de distintas comisiones falleras de Carcaixent se reunieron en la tarde de ayer con el presidente de la Junta Local Fallera, Juan Lluesma, para pedir explicaciones tras lo ocurrido en Dénia el pasado fin de semana, donde las falleras mayores de 2017, todavía sin banda, acudieron a un acto festivo de la ciudad alicantina en lugar de las reinas oficiales. El revuelo en el mundo fallero ha sido tal que hoy mismo presentará su dimisión Cristina Chuliá, hasta ahora responsable de protocolo de la junta. Por su parte, el presidente Lluesma tranquilizó anoche a los representantes de las comisiones y volvió a pedir disculpas por lo que ha calificado como un «error humano, que no tenía mala intención y que no buscaba, ni mucho menos, herir las sensibilidades de la fallera mayor infantil de 2016».
La JLF se reunió el pasado lunes y ayer fue el turno de los presidentes de las fallas de Carcaixent. En ambas ocasiones, el mensaje de Juan Lluesma fue el mismo: tranquilidad y arrepentimiento. El presidente trasladó a los diferentes representantes del mundo fallero sus disculpas por lo ocurrido el pasado fin de semana en Dénia. Lluesma reiteró que todo se debió a un «error humano, producto de las prisas y el desconcierto». El máximo responsable de la junta local explicó que se encontraba «en el extranjero cuando llegó la invitación de Dénia y se preparó todo muy rápido, sin pensar en qué falleras eran las que tenían que ir», afirmó.
Además de la precipitación de los acontecimientos, el presidente destacó «el follón que supone cuando se producen cambios en las juntas locales y de falleras, hay líos en los correos y se generan muchas confusiones entre las personas entrantes y las salientes.
Con la mente en septiembre
El presidente reiteró las disculpas ofrecidas a las personas ofendidas: «Cuando me llamó Teresa Cabrera (madre de la fallera mayor infantil de 2016) molesta, se me cayó el mundo a los pies porque en ningún momento quise obviar a su hija», sentenció.
El hecho ocurrido en la capital de la Marina Baixa ha provocado la dimisión de Cristina Chuliá, que entró en la junta local como responsable de protocolo junto a la nueva presidencia. Chuliá ha explicado a este diario el motivo de su desvinculación: «Creo que mi trabajo era, precisamente, evitar que este tipo de cosas pasaran». A su vez, ha reconocido que no estaba al tanto de este acto en Dénia y que se enteró el mismo día: «Cuando Teresa Cabrera publicó en su perfil de Facebook lo ocurrido, recibí una avalancha de llamadas pidiendo explicaciones que no sabía dar», ha comentado.
Cristina Chuliá fue fallera mayor en el pasado y ha explicado la frustración por cómo habrán pasado estos días las reinas de las fiestas del pasado año: «Sólo cuando has sido fallera mayor sabes lo que significa, lo que representa y puedes hacerte a la idea de lo que supone que no hayan contado contigo».
La idea del presidente es que este acontecimiento se quede en el pasado, como un error del que aprender, y que la gente tarde o temprano se olvide para centrarse en las celebraciones del medio año fallero, en septiembre.
