El miedo a las llamas ha vuelto a Alzira. El ayuntamiento activó el protocolo de lucha contra incendios en el mismo momento en el que se dio el aviso del fuego declarado en Tavernes por temor a que la Casella resultara calcinada. El viento, como ya ocurriera en el pasado incendio de Carcaixent, jugó un factor determinante a la hora de mantener intacto el paraje alcireño. La montaña de las Tres Creus empezó a arder en la noche del lunes y el municipio envió a la policía y a una dotación de voluntarios del VACIF (Voluntariado de Alzira Contra Incendios Forestales) a participar en las labores de extinción. Los alcireños estuvieron hasta las 3 de la madrugada a las órdenes del Puesto de Mando Avanzado.

Pero la fortuna volvió a aliarse con Alzira. Así lo ha expresado el alcalde de la localidad, Diego Gómez: «Tenemos la sensibilidad a flor de piel, estamos teniendo mucha suerte este verano ya que los incendios apenas nos han tocado, aunque nos están rodeando», ha expresado Gómez. El primer edil ha indicado que el ayuntamiento activó la primera fase del protocolo de lucha contra incendios «porque había un cierto peligro de que las llamas entraran en la Casella a través del Pla del Barber». A través de esta primera fase se dio el aviso a bomberos, policías, protección civil y voluntarios para que pudieran intervenir. Los medios alcireños ayudaron en cuanto pudieron al control del incendio durante una parte de la noche.

El alcalde y el edil de Medio Ambiente, Pep Carreres, se personaron en Tavernes y, tras darse por estabilizado y comprobar que «tan sólo quedaban un par de columnas de humo en activo», el ayuntamiento desactivó el protocolo. Además, Diego Gómez ha instado a la ciudadanía a que extreme la precaución «porque va a ser un verano muy complicado».