El gobierno alcireño rechazó en el último pleno del Ayuntamiento de Alzira la moción presentada por el Partido Popular que pretendía que se mostrase «un rechazo unánime» al cartel creado por el Casal Popular en el que aparece la imagen de Sant Bernat maquillada por considerarlo «ofensivo». La misma propuesta también instaba a la asociación alcireña a retirar las copias digitales distribuidas por las redes sociales. El tripartito evitó la aprobación de la proposición gracias al voto de calidad del presidente de la corporación, Diego Gómez, pues en las dos votaciones que se realizaron se contabilizó un empate al estar ausente de la sesión el edil de Esquerra Unida, Iván Martínez, cuyo voto habría decantado la balanza.
Tanto el PSPV como Compromís argumentaron su rechazo a esta moción porque consideran que la libertad de expresión ampara a la asociación alcireña. De hecho, el socialista Fernando Pascual alegó también que «nuestro voto es negativo porque no compartimos ni la parte expositiva y la dispositiva de la moción», mientras que el edil de Compromís, Albert Furió, argumentó que «aunque algunos creyentes puedan haberse sentido ofendidos, estamos en un Estado de derecho y la Constitución estipula en el artículo 20 el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción».
Respecto a los grupos municipales que se mostraron favorables, el concejal de Ciudadanos José Luis Ruiz lanzó un duro mensaje hacia el Casal Popular. «A la falta de educación se la llama libertad de expresión. Se ha confundido la libertad de expresión con el libertinaje y si protestas eres facha o xenófobo. Esa gente solo se interesa que por sus derechos y no por sus obligaciones. La libertad de uno termina donde empieza la del otro. Todas las religiones merecen respeto pero a esta gente solo les molesta nuestra cultura y nuestra religión», dijo el componente de la formación naranja. La popular Chelo Martínez, por su parte, se mostró «indignada» porque, según comentó, el gobierno se haya situado «del lado de un colectivo que ha faltado al respeto a la figura de Sant Bernat». La propia edil añadió que no entiende «qué hacían los miembros del gobierno en la procesión de Sant Bernat». A estas dos cuestiones, la vicealcaldesa, Isabel Aguilar, respondió que «no estamos del lado de la asociación, sino que creemos en la libertad de expresión» y, además, «estamos en contra de que se utilice el pleno para llamar la atención a una entidad que ha organizado una fiesta independientes de las organizadas por el consistorio». La edil socialista recordó también el derecho a poder asistir a la procesión.
Aguilar protagonizó en los últimos minutos de la sesión un pequeño enfrentamiento con un exmilitante del PSPV que tomó la palabra. El diálogo entre ambos se caldeó y el exsocialista llegó a exigir que le hablase en castellano y a realizar una «peineta», aunque luego pidió disculpas a la edil.
