Turís se ha visto obligado a abrir la veda de caza dos meses antes de lo habitual debido a la extensa plaga de conejos que ocasionaban numerosos daños a la agricultura local y en el primer fin de semana ya se han abatido más de 400 ejemplares. La Sociedad Cinegética y conselleria decidieron actuar para evitar que siguieran produciéndose más desperfectos y en la primera abatida los resultados han sido positivos.
«O se abría la veda o se nos comían». Estas contundentes palabras reflejan la desesperación de la mayoría de los agricultores que se veían desbordados por la plaga de conejos que hay en el término turisano. La excesiva población de estos roedores y la falta de alimentos a causa de la severa sequía son las causas de que en algunas partidas del término municipal los daños en la agricultura sean cuantiosos, ya que estos animales se adentran en los campos en busca de comida. La primera medida que se tomó fue la apertura de la veda para perros a principio de julio, pero la efectividad de los canes no fue suficiente ante la gran cantidad de roedores. Fue entonces cuando se tuvo que tomar una medida más drástica y permitir la caza con escopeta, y el resultado no ha podido ser mejor, pues el pasado fin de semana se contabilizaron casi 400 ejemplares abatidos, según informan desde la Sociedad Cinegética de Turís.
La caza con escopeta se permite habitualmente a partir de octubre. Sin embargo, este año seguirá abierta y se prolongará hasta el 15 de marzo de 2017, lo que supone casi tres meses más de lo que se habilita habitualmente. Todo debido a la gran cantidad de conejos que hay en todo el término, pero más acentuado en la zona del Blanquisar y Calabarra. En estos puntos los daños en agricultura son cuantiosos en viñedos principalmente, pero también en cítricos y frutales. En otras zonas del término también se estudia realizar un descaste para reducir población, pero por ahora los esfuerzos se centran en estas zonas que están seriamente castigadas.
