El mes de julio en Cullera ha servido para confirmar la recuperación del turismo en uno de los principales destinos de la costa valenciana. Los empresarios del sector de la restauración han visto como las previsiones optimistas se han visto incluso superadas. La presencia de visitantes de la comarca ha sido fundamental para los fines de semana, pero la importante ocupación durante todo el mes ha hecho que en muchos casos se hayan tenido que doblar servicios de mesas, especialmente a la hora de la comida. Los comerciantes, por su parte, destacan por boca del presidente de Acecu, Quique González, que «en julio se ha experimentado una afluencia masiva de turistas, quizás la mayor de los últimos diez o doce años». El balance de ocupación confirmó ayer el nivel más alto de todos años de la crisis y, en el caso de los hoteles, se rozó el 100 % por primera vez en los últimos cinco años.
El presidente de los hosteleros Juan Femenía, indicó que «la ocupación ha sido muy alta, pero a pesar de ello en muchos locales de restauración la afluencia de público solo se ha notado por encima de las cifras de los años anteriores durante los fines de semana». Según incidió, «se ha notado un incremento respecto a años anteriores, pero el 'boom' de la restauración llegaba especialmente durante los fines de semana, cuando la gente de la Ribera se acerca a disfrutar del sol y la playa y al mismo tiempo aprovecha para degustar la gastronomía local».
Dato significativo para el sector restauración, según el gerente del restaurante Mar de Oro, Francisco Muñoz, es que «se ha experimentado una vuelta a la costumbre de la gente de tomar sus apetitivos, sus tapas acompañadas de vinos y cervezas». La gente «ya no solo busca comer o cenar, sino que también busca poder disfrutar de las terrazas y las vistas de la playa, los usuarios buscan degustar unas tapas de calidad, en especial las elaboradas con pescado fresco de la lonja».
En el sector de la hostelería, dependiendo de las zonas, el incremento de usuarios ha sido variable destacando una gran afluencia en la zona centro de la playa, la comprendida especialmente entre las calles Caminás y Madrid, en especial en la franja del paseo marítimo. A esta zona le sigue de forma clara el Racó, donde las terrazas situadas frente al mar han tenido una importante ocupación a lo largo de todo el mes de julio.
Tras un mes de julio con unas buenas cifras de ocupación y visitantes, comerciantes y hosteleros quieren refrendarlas durante un mes de agosto que ha levantado muy buenas expectativas. Las previsiones situán este agosto como uno de los mejores de los últimos quince años.
