Se destensó la cuerda en Riola. Tras varias reuniones, propuestas de acuerdo y con la voluntad de todas las partes, esta localidad de la Ribera mantendrá su tradicional «cordà», que se celebra esta noche. Finalmente, el ayuntamiento, la Associació Cultural Riola Creu en la Cordà y los vecinos de la calle les Barques han pactado celebrar un espectáculo pirotécnico que contará con menos pólvora que en años anteriores y con más protección, a cambio de conservar la ubicación que la agrupación considera histórica. Además, la entidad organizadora se compromete con los vecinos a «asumir los desperfectos, en el caso de que los haya», según explicó ayer su presidente, Juan Luis Rodrigo. Eso sí, expuso la alcaldesa, Judit Capellino, «los 'coeters' se han comprometido a estudiar, con bastante antelación, un nuevo lugar donde celebrar este acto en las fiestas del próximo año».
El acuerdo evita la anulación anunciada en su día por la asociación de «coeters», que no aceptaba el traslado que planteaba el ayuntamiento, y esta noche se encenderán las mechas y el olor a pólvora se volverá a respirar en Riola. La localidad disparará la «cordà» con el consentimiento de los vecinos de la Creu. «El diálogo ha sido la clave», manifestó Capellino, mientras incidía en que «la asociación demostró su compromiso a la hora de generar el mínimo incordio a los residentes; los vecinos han hecho gala de buena predisposición y, tras negarse en rotundo a su celebración, han aceptado acoger la 'cordà' en su barrio; y el ayuntamiento ha mediado para mantener en el calendario una fiesta que mucha gente espera», apostilló.
Juan Luis Rodrigo se mostraba contento con la decisión final: «Haremos nuestra fiesta como queríamos, en el lugar tradicional, la Creu, y reviviremos el espíritu de la 'cordà', intentaremos transmitir esta tradición a los más pequeños y, sobre todo, con la premisa de pasarlo bien, pero respetando a los demás vecinos y tratando de molestarles lo menos posible», explicó el presidente de la asociación.
Un conflicto vecinal
La «cordà» había sido suspendida por el desacuerdo con el ayuntamiento. Rodrigo anunciaba a finales de junio a través de su perfil en una conocida red social la cancelación de la «cordà» en Riola tras la negativa del ayuntamiento a que se celebrase en la calle les Barques y la Creu por las quejas vecinales. Los residentes del lugar presentaron a la corporación municipal un escrito en el que mostraban su rechazo a la celebración del espectáculo pirotécnico en las cercanías de sus viviendas por haber sufrido destrozos el año anterior.
El anuncio cogió por sorpresa a la alcaldesa, que reconoció tener todos los preparativos listos en términos de seguridad y prevención (Guardia Civil para cortar las calles y ambulancia para atender a posibles heridos por quemaduras). Además, manifestó su intención de mantener la fecha de hoy intacta en el calendario festivo y su deseo de que la «cordà» formara parte del mismo. El diálogo ha propiciado que ese conflicto vecinal perdiera fuerza y que Riola tenga hoy su fiesta pirotécnica.
