El Ayuntamiento de Montserrat y las festeras de la localidad han decidido cerrar el barracón de las fiestas tras los incidentes acontecidos en la noche del sábado al domingo. Durante años, este recinto ha sido uno de los principales atractivos de la festividad y la fuente de ingresos de los festeros, ya que en el se reúnen muchos vecinos durante las noches y se ofrecen cenas y bebidas hasta altas horas de la madrugada. Además, tres de las nueve festeras han renunciado a su puesto honorífico, en el primer año en el que éstas se hacían cargo del puesto.
El consistorio hacía público el cierre de este recinto ayer a través de las redes sociales en los siguientes términos: «El alcalde hace saber que: Debido a los lamentables acontecimientos de inseguridad pública, ocurridos la noche del sábado al domingo en el barracón de las festeras 2017, y por decisión de padres, madres y las propias festeras, se ha acordado cerrar el barracón. Además, de las nueve que inicialmente iban a hacer la fiesta, tres han comunicado que no quieren continuar».
Según han explicado a este diario algunos vecinos de la localidad, el incidente del sábado fue «una reyerta propia de las fiestas, el consumo de alcohol y las altas horas de la noche». A su vez, destacan que este año «era el primero en el que se hacían cargo del recinto las chicas, ya que siempre se había hecho una gestión conjunta entre festeros y festeras, así que tras el incidiente es comprensible que no quieran seguir con esto», señala una vecina.
Hecho insólito
A pesar de ello, los propios residentes se muestran sorprendidos ante la decisión de cerrar el barracón: «Todos los años hay algún que otro problema, pasa en muchos pueblos, siempre hay peleas y trifulcas; pero nunca se había tomado esta decisión, año tras año permacía abierto a pesar de los inconvenientes por lo que mucha gente lo echará de menos y algunas personas, incluso, puede que se sientan molestan», ha manifestado un vecino de Montserrat. Fuentes municipales remitieron cualquier explicación sobre el altercado y la decisión de cerrar el barracón al alcalde, Josep Maria Mas, que no respondió a las múltiples llamadas de este periódico. Al parecer, las festeras también tenían ayer una reunión, aunque no ha trascendido sus conclusiones.
