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Campo valenciano

La sequía fuerza a pagar el triple por el agua a pozos privados en el Marquesat

Catadau, Llombai y Alfarp recurren a la compra de caudales para evitar el desabastecimiento

La sequía fuerza a pagar el triple por el agua a pozos privados en el Marquesat

La Mancomunitat del Marquesat, en la que se integran los municipios de Alfarp, Llombai y Catadau, se ha visto obligada a comprar agua del pozo privado de l'Heretat para evitar el desabastecimiento del suministro en el casco urbano y las urbanizaciones. La severa sequía ha imposibilitado que el pozo que habitualmente abastece al Marquesat se regenere, por lo que desde la Mancomunitat se ha apostado por echar mano de la nueva canalización de unos 500 metros de longitud que une este acuífero con el que es propiedad de los regantes de l'Heretat, la cual se terminó de construir en junio gracias a una subvención de la Diputación de Valencia de 130.000 euros para que los municipios se abastecieran en caso de emergencia.

El agua se ha adquirido en unos meses en los que el consumo se multiplica por las numerosas piscinas que se llenan en las urbanizaciones y por el aumento de residentes, que pasan de los 6.500 a varios miles más en periodo estival. A pesar de que la idea, que empezó a gestarse con las primeras conversaciones en la pasada legislatura cuando los tres consistorios estaban gobernados por el Partido Popular, solo planteaba el uso del pozo en momentos puntuales, son ya varias las veces que se ha tenido que echar mano de esta opción de emergencia, que supone un coste tres veces superior para la Mancomunitat. De hecho, según asegura el presidente del ente, Josep Forés, el precio del agua del pozo del Marquesat (situado en término municipal de Catadau) «ronda los 0,11? por metro cúbico», mientras que la misma cantidad comprada en los otros pozos «gira en torno a los 0,37?». Además del pozo de l'Heretat, el Marquesat también puede suministrarse de otro acuífero, el de la Nevera, que abastece a una urbanización de Catadau y el cual ya suministró agua a la Mancomunitat el pasado mes de diciembre cuando el pozo propio dejó de funcionar debido a un problema con la bomba. Tanto éste como el de los regantes de l'Heretat cuentan con agua de óptima calidad.

Por el momento, la idea del organismo que representa a estos tres pueblos es seguir utilizando el pozo de l'Heretat, entre otros motivos, para liberar al acuífero local de la carga de suministrar agua a los municipios y permitir que el propio pozo se regenere, aunque sin nuevas precipitaciones va a ser muy complicado. De hecho, los últimos años la cantidad de agua que reunía este aforo ha bajado notablemente, hasta los actuales niveles irrisorios, coincidiendo además con el notable aumento del déficit de precipitaciones que ha sufrido la Ribera.

«El suministro está asegurado»

El presidente de la Mancomunitat del Marquesat también explicó a Levante-EMV que pese a la crítica situación del pozo «el abastecimiento de agua para la población está asegurado». Forés indicó que «no hemos hecho ninguna restricción ni tenemos previsto hacer alguna», tal como se está haciendo en Turís, donde el municipio restringe el suministro nocturno de agua potable como medida de ahorro.

El directivo también aprovechó para hacer un llamamiento a la ciudadanía y pedir «el uso responsable y racional del agua». En este aspecto, Josep Forés recordó que desde la Mancomunitat se están revisando las infraestructuras municipales en cada una de las tres localidades para reducir las posibles pérdidas y se han instalado unas válvulas que permiten reducir la cantidad de agua sin que se note en exceso.

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