La UD Alzira se adjudicó la segunda edición del trofeo Ciutat Ducal tras su empate frente al Gandia y su victoria contra el Portuarios, en un triangular celebrado en la noche del pasado martes. El título reafirma el buen estado de forma del equipo de la Ribera, que se mantiene invicto en esta pretemporada y transmite buenas sensaciones de cara al inicio de la próxima campaña, que arranca en menos de dos semanas. El mini campeonato gandiense siguió el formato que se utiliza en muchos torneos estivales. Los tres equipos se enfrentan entre ellos disputándose tan sólo 45 minutos en cada encuentro. La igualada entre los dos equipos de la Safor convirtió a los de Dani Ponz en el único conjunto que logró una victoria.
El primero de los enfrentamientos puso cara a cara al Alzira frente al Portuarios. Fueron unos 45 minutos en los que ninguno de los dos equipos creaba un peligro excesivo, además la suerte tampoco se alió con ninguno de los dos bandos en las ocasiones que se producían. De hecho, a pesar de que los azulgrana daban algún que otro destello de calidad, dejando patente que son un equipo de una categoría superior, hubo que esperar al último suspiro para poder ver la victoria alcireña: Luis García remataba en el segundo palo un balón raso de una de las nuevas incorporaciones, Sergi Mut. Era el minuto 44 y no quedaba tiempo para más.
En su segundo miniencuentro, los pupilos de Dani Ponz se disputaban el trofeo con el Gandia, eso sí, partían con ventaja ya que tanto la victoria como el empate eran resultados válidos para alzarse vencedores. El arranque fue fulgurante, ya que en apenas un minuto el Alzira se adelantaba en el marcador gracias a un gol de Javi García. La alegría duró poco ya que los locales igualaron el encuentro a los pocos minutos e incluso lograron remontar el adverso resultado poniendo un 2-1 que parecía definitivo, pues se produjo en el minuto 42. A pesar de ello, el conjunto azulgrana no tiró la toalla y buscó el gol hasta el final. Con el tiempo ya cumplido, Luis García lanzó un córner a la para que Gomis rematara de cabeza al fondo de las mallas, logran un empate que fue suficiente para llevarse la copa.
