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Tatuajes con vistas al mar

«Eze» y su compañero «JM» elaboran diseños de diferentes estilos en la playa de Cullera El año pasado ganó el tercer premio en un concurso internacional en Málaga

Tatuajes con vistas al mar

Solo tiene 22 años pero Erick Ezequiel, «Eze», como le conocen en el mundillo, ya ha logrado convertir su pasión, el arte, en su modo de vida. «Decidí hacerme tatuador porque siempre me ha llamado la atención todo lo relacionado con el arte, el dibujo, las artes gráficas, etc, y, a raíz de eso, me planteé experimentar en piel lo que realizaba sobre el papel», explica a Levante-EMV desde Desmadre Tattoo, el estudio que regenta en la playa de Cullera. Allí abrió hace unos meses tras intentarlo antes en Gandia. «Nos trasladamos porque en Gandia estábamos en la ciudad y nos dimos cuenta de que nos tiraba más estar cerca de la costa». No fue por razones higiénicas ni porque el ayuntamiento cerrara el local, ya que cumplen con todos los requisitos que se exigen para abrir el negocio. Cuando el consistorio gandiense llevó a cabo las inspecciones publicadas por este periódico, Desmadre ya estaba en Cullera.

El local, explica, tiene vistas directas al mar, lo que hace que «cuando te estás tatuando, la experiencia es totalmente diferente a la de cualquier otro estudio de la zona», explicaba Eze. El negocio va más allá de los tatuajes, también tienen a disposición de sus clientes camisetas, bolsos y otro tipo de artículos «tattoo», que, según señala el tatuador, pertenecen a «prestigiosas marcas relacionadas con este mundillo». Además, para que la espera no se haga pesada a los clientes, en el estudio cuentan con una mesa de billar en la que se puede echar una partida hasta ser atendidos.

Junto a «Eze», en Desmadre Tattoo también dibuja Julio Medina (JM). Los tatuajes que elabora son de los estilos realistas y neotradicional. En cambio, Erick Ezequiel ofrece realismo en blanco y negro, chicano y lettering (letras).

Pese a su juventud, Eze lleva tres años y medio tatuando, aunque reconoce que «me queda una larga vida para seguir aprendiendo». Se siente orgulloso de lo que ha hecho hasta el momento y su intención es la de seguir mejorando, día a día, con el objetivo de ofrecer a sus clientes nuevas posibilidades a la hora de decorar su piel. «Para el poco tiempo que llevo tatuando, he realizado bastantes trabajos de diferente estilos», señalaba.

En septiembre del pasado año logró un tercer premio en la Málaga Tattoo Convention en la categoría de negro y gris. «Era el primer concurso en el que participaba. «Salí satisfecho, ya que competía contra tatuadores de nivel internacional con bastante más trayectoria que yo», señala. Los tatuajes que salen de Desmadre Tatto se realizan a partir de las imágenes de los propios clientes, por lo que son totalmente personalizados. «Yo hago composiciones a mano o mediante programas como Photoshop». Eso cuando se trata de dibujos. Si son letras «me gusta realizar el diseño a mano alzada, ya que en ese estilo es en el que me encuentro más cómodo».

Este joven emprendedor cree que en el tema de los tatuajes se mezcla la cuestión estética y la cultural. «Hay personas que se lo hacen porque tiene un significado personal, otros, simplemente por estética». Los tatuajes que más les suelen pedir son infinitos, plumas, maorís o atrapasueños. «Intentamos acercar a la gente hacia nuestro estilo para que puedan conocer más campos y no siempre sea lo mismo».

A nivel sanitario cumplen todas las exigencias de la Conselleria de Sanidad, por ello han superado todas las inspecciones. Eso sí, remarca que cada cierto tiempo «van saliendo normativas nuevas, lo que provoca que el nivel de exigencia es mucho mayor», por lo que precisa adaptarse. Como jóvenes que son, se mueven como pez en el agua en las redes sociales. De ahí que estén en Facebook e Instagram.

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