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Proyecto

El inventor alcireño lanzará en un mes el urinario masculino que lava y seca

Los emprendedores ultiman el prototipo y aseguran tener una oferta de 680.000 euros por la patente

El inventor alcireño lanzará en un mes el urinario masculino que lava y seca

El urinario masculino que lava y seca patentado por el alcireño Miguel Ángel Levanteri se materializará en un prototipo que servirá de modelo para la posterior fabricación a la vuelta de un mes. Levanteri ha llegado a un acuerdo con la empresa valenciana E&I para, por un lado, perfeccionar el diseño inicial y, por otro, promocionar el producto y revalorizar una patente que consideran pueden revolucionar el sector en todo el mundo.

«A finales de septiembre o principios de octubre se va a lanzar el prototipo, pero con las ofertas que estamos teniendo no sabemos si lo lanzaremos nosotros o lo venderemos a una empresa y será ella la que lo haga», comentó ayer el bioquímico Eduard Gevorkyan, uno de los socios de E & I, mientras aseguraba tener sobre la mesa una oferta de de 680.000 euros de una empresa española interesada en adquirir la patente «sin ni siquiera tener el prototipo». «No sabemos cual es realmente el valor, pero la empresa que compre la patente será afortunada ya que, igual que pasó con el grifo monomando, pasará con este urinario, el más higiénico sustituye al menos higiénico en todo el mundo», agregó.

Como ya informó Levante-EMV, el alcireño Miguel Ángel Levanteri patentó un singular urinario con un circuito de agua que genera una cortina una vez el usuario acaba de orinar y, acto seguido, una corriente de aire procede al secado. La búsqueda de una empresa que fabricara el prototipo ha incorporado al proyecto a Eduard Gevorkyan y a su socio, el economista de Benicull Iván Giner, con quien creó una empresa especializada en dispositivos de carga de móviles.

Gevorkyan relató que, por una parte, han ayudado a Levanteri a perfeccionar el urinario 2.0 con la instalación de sensores para que el usuario no tenga que tocar nada «y todo sea lo más higiénico posible» o para revisar el ángulo de la cortina de agua para que no salpique y, por otra, a promocionar el mismo.

«Primero, una empresa holandesa nos ofreció 300.000 euros cuando aún estábamos un poco verdes, pero nos dimos cuenta de que el proyecto vale mucho más», señaló a Efe este emprendedor, mientras se mostraba dispuesto a negociar no sólo con empresas dedicadas a la compra de patentes sino también con compañías del sector. «Las empresas saben del impacto del producto», incidió el empresario, mientras relataba que en los últimos días se han multiplicado las llamadas rebididas interesándose por este producto. Levanteri, por su parte, señaló que la idea en este proceso es «revalorizar la patente».

No importa el tamaño

El urinario 2.0 se activa una vez el usuario ha terminado de orinar. Unos sensores ponen en marcha una cortina de agua enjabonada cuya temperatura puede varíar según la época del año que en tan sólo tres segundos limpia el pene. El inventor destaca que está diseñado para adaptarse a cualquier usuario independientemente del tamaño de su miembro «para que nadie en el mundo quede discriminado», y también permite ahorrar agua. Cuando finaliza el lavado, otro sensor activa el sistema de secado.

Gevokyan se muestra convencido de que el sistema ofrecerá una elevada rentabilidad a la empresa que lo produzca al incluir un sistema de doble carcasa que abarata los costes de fabricación. «Permite utilizar los nuevos polímeros, que son bastante más baratos, en lugar de la porcelana», incidió, mientras auguraba que a largo plazo sustituirá al inodoro tradicional. «Islancia, Suecia y Austria están entre los países más limpios del mundo. Allí, seguro que podría triunfar», apostilló, aunque se muestra convencido de que la proyección puede ser mundial.

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