Algemesí recupera parte de su historia en un momento en el que la localidad se introduce de lleno en su fiesta grande, la de la Mare de Déu de la Salut que fue declarada hace unos años Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Y sobre la cultura tematiza el nuevo estudio, que analiza el éxito de la fiesta religiosa y su mantenimiento en las últimas décadas y su consolidación definitiva en los últimos años en contraste con otras prácticas sociales como el juego de la pilota, caído prácticamente en desuso y refugio hoy de pocos vecinos y vecinas de la localidad. En el claustro del Museu de la Festa de Algemesí tendrá lugar hoy a partir de las 19 horas la presentación del libro de la promotora cultural «Això és com tot» denominado «Joc, espai i xarxa. La pilota a Algemesí com a ritual exclòs». La celebración también servirá para abrir una exposición fotográfica y audiovisual que estará disponible para todos los públicos en el próximo mes y en la que se recogen las imágenes recuperadas por la editorial en las que aparecen buena parte de los protagonistas de la pilota valenciana algemesinense.
En este proyecto deportivo a los autores del libro (el alginetino Àngel Velasco, el benegidero Rafa Tormo y el antellense Carles Senso) se interesan por el juego, las redes sociales y afectivas, el valor cultural y vertebrador que esta actividad genera y el espacio donde se desarrolla. Y todo ello, utilizando la investigación y la muestra o resultado de la misma, en un relato visual, literario y expositivo, que dé cuenta de la vida de la pelota en Algemesí. Y es que en Algemesí, con un espacio pilotaire de los más destacados en su momento, al contrario de las celebraciones a la Mare de Déu de la Salut o las Muixerangues (que supieron coexistir y sobrevivir), la pilota no corrió la misma suerte. Allí, como en otros pueblos ribereños, la pilota se enclaustró durante décadas en algunos de los trinquetes que han tenido en el pueblo, bien en lo que ahora es un teatro municipal, bien en el que ha quedado desde la década de los años 30 cerca de Alzira. Y todo fue también excesivamente amateur a pesar de que por el espacio de juego pasaron pilotaris de renombre en las diferentes épocas caso de Vendrellet, Danielet o Musos. Pero no son más conocidos en el pueblo (o más reconocidos) que los aficionados que la «feren anar» durante décadas, caso de Camals, Miguelin, el Menoret, Quico Gurró, Benissa, el Gorreta, Rodenas, Enrique Borràs, o el Lluquet.
Son un número muy grande de aficionados los que aún recuerdan cómo se llenaba el trinquete de Algemesí con partidas que mantenían una afición desmedida y que más allá de los méritos deportivos alcanzaba una realidad social de convivencia y hermandad, con desafíos entre amigos, vecinos o rivales extremos que hacían que la pilota no dejara nunca de rodar en Algemesí.
