El plan de movilidad diseñado por el tripartito alcireño para que los peatones ganen terreno a los vehículos en el centro urbano arrancará finalmente este mes en Pérez Galdós. Las aceras de esta céntrica calle -o, al menos, el espacio físico reservado para los peatones- se ampliarán reduciendo a un único carril central la calzada de rodaje para vehículos. La medida conlleva la supresión de las plazas de aparcamiento.
El concejal de Medio Ambiente, Pep Carreres, anunció ayer que será a finales de septiembre cuando se aplique esta medida experimental, según dijo, a lo largo de toda la calle Pérez Galdós, desde la Plaça Major «a las gasolineras», indicó. Se da la circunstancia de que el ayuntamiento ya excluyó del nuevo contrato de la Zona Azul el primer tramo de la calle, desde la plaza Mayor a los semáforos, en previsión de la supresión de estas plazas de aparcamiento, aunque el edil señaló que esta primera actuación del plan de movilidad se aplicará a lo largo de toda la calle Pérez Galdós.
Carreres detalló que se trata de una actuación provisional que servirá para conocer «qué problemas se pueden plantear». El ayuntamiento, pasado un tiempo, tiene previsto realizar una encuesta de satisfacción tanto a comerciantes como a peatones para evaluar cómo ha funcionado el plan y valorar si se introduce algún cambio antes de ejecutar las obras que delimitarán esta nueva ordenación, que inicialmente sólo se han previsto en el tramo inicial de la calle, desde la plaza Mayor al cruce con la calle Reyes Católicos.
El tripartito alcireño (Compromís, PSOE y EU) ha mostrado su intención desde el primer momento de restringir el tráfico en el centro urbano para construir una ciudad más amable con los peatones y la actuación en la calle Pérez Galdós es un primer paso de un proyecto mucho más amplio incluido en el plan estratégico aprobado por el ayuntamiento, que incorpora un ambicioso programa de peatonalización que incluye el cierre de las calles Hort dels Frares, Piletes o Curtidors.
Los técnicos habían condicionado las dos primeras actuaciones -Hort dels Frares y Piletes- a la expropiación y derribo de tres casas de la calle Benifairó para abrir una nueva conexión entre la zona del parque Pere Crespí y el centro a través de la calle Benifairó. El objetivo último de estas medidas es dar un mayor protagonismo a los peatones frente a los vehículos, de forma que al no resultar cómodo circular por el centro no se recurra a los mismos o, en el caso de las personas que se desplazan a Alzira desde otras localidades, los aparquen en zonas más periféricas sin llegar al mismo centro urbano.
