La trilogía de procesiones marca la centralidad de la Festa de la Mare de Déu de Algemesí. La última de ellas, la de Volta General, se ha prolongado en los últimos años hasta altas horas de la madrugada. Este año no ha sido una excepción, aunque gracias a todos los participantes y al patronato se ha logrado reducir la duración de este último defile casi una hora y media con respecto al año pasado, todo un logro para organizadores, festeros y vecinos.

La emoción y la devoción son dos de los principales factores que acompañan a las fiestas de Algemesí. Aunque cada año se volvía un verdadero quebradero de cabeza para muchos vecinos. La procesión vespertina de la Volta se inicia entorno a las 19,30 horas y finaliza, teóricamente, pasadas las dos de la madrugada con la entrada final de la imagen de la Mare de Déu en la basílica. La hora de conclusión es aproximada ya que es bastante habitual que se alargue mucho más de lo imaginado. Cuando las fiestas caen en fin de semana, el problema no existe. Pero en años como este, en el que los actos centrales se celebran entre semana, los algemesinenses tienen ante sí una decisión: decidir si quedarse o no hasta el final. Para muchos, ver a la imagen de la Mare de Déu entrar en la basílica supone una gran ilusión. Pero acabar la procesión a altas horas de la madrugada implica reducir horas de sueño frente a la inminente jornada laboral.

La participación ciudadana y la implicación de los miembros de las diferentes danzas ha sido siempre un arma de doble filo en ese sentido. Mantener el buen ritmo de la procesión es la clave para que no se prolongue más de lo deseado, pero eso es incompatible con un pueblo que vive de manera tan intensa una fiesta. Los muixeranguers y los bailes lo dan todo en cada composición y no les importa prolongar su actuación. El tiempo deja de ser una preocupación, al menos hasta que se mira el reloj.

Esta vez, sin embargo, el espectáculo pirotécnico final llegó a una hora más temprana que el año pasado. Los miembros de la fiesta califican como un éxito «acabar a una hora prudente». Este año, además, se ha logrado aumentar la participación en la primera de las procesiones. «Mucha gente acudió a la procesión de les Promesses, se vendieron gran cantidad de cirios», han explicado fuentes del patronato de Algemesí.