La ciudad de Sueca celebró el día 8 de septiembre, tal y como manda la tradición su fiesta grande, el día de la «Mare de Déu de Sales» patrona de la ciudad arrocera desde el Siglo XVII y patrona canóniga desde 1902, cargo compartido con los Benissants de la Pedra, Abdón y Senent. La capital de la Ribera Baixa se vistió de gala para asistir a una de las procesiones más rica en folclore y tradición de cuantas se celebran en toda la Comunidad Valenciana. Una procesión a la que se han ido reincorporando bailes y complementos que con el paso de los años habían ido perdiéndose.

En este trabajo de recuperación tradicional han contribuido a una parte importante del proceso diferentes entidades culturales que van desde la Real Asociación de la Mare de Dèu de Sales que se encarga de la «Començadoreta», «Les llauradoretes de la Mare de Déu» así como del «Misteri de la Troballa de la Mare de Deu». Pero además otros grupos han trabajado de forma activa en esta recuperación tradicional de la procesión. «Els almogàvers», «La Xala», la «Muixeranga de Sueca», «Tradicions i costums», «L'escola de danses de la Ribera», «Tabalaina» o los «Tornejants de Sueca». Todos ellos en su medida justa han estado recuperando unos bailes que convierten a la procesión de la Mare de Déu de Sales en un claro referente de la recuperación de las tradiciones y bailes de toda la comarca de la Ribera.

Unas tradiciones que han tenido que luchar contra algunos momentos cruciales que llevaron a que a finales del siglo XIX una prohibición impedirá su participación, exceptuando a «els tornejants». En el año 1961 desapareció todo el protocolo tradicional que formaba parte de la procesión, recuperando en 1962 a les «llauradoretes de la Mare de Déu» por parte del entonces concejal Fermín Cortés Muñoz.

A partir de este momento se han ido incorporando los bailes y costumbres a la tradición procesional de la capital de la Ribera Baixa, incluyendo el «Misteri de la trovalla de la Mare de Déu».

Sobrevivir a la exclusión

Los últimos en reaparecer fueron justamente quienes sobrevivieron a la prohibición de finales del Siglo XIX, los «Tornejants», una figura que esta documentada su participación en el año 1771, y que en el año 1948 se tiene constancia de su última participación en este evento, aunque existen dudas al respecto. Lo que si es cierto es que en 2006, se recuperó el baile de los «Tornejants» en la procesión suecana y desde ese momento, son participes fijos de la tradición local. Desde su reincorporación, ya son once años ofreciendo sus bailes a la patrona de la ciudad.