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Meteorología

La tormenta pasa con poca lluvia y demasiado pedrisco en Real y Turís

El granizo daña algunas plantaciones de caquis de la Vall dels Alcalans, mientras las fuertes rachas de viento provocan la caída de la fruta en Montroi, Montserrat o Benimodo, con ráfagas de 78 km/h

Lo más destacado en la zona centro de la comarca fue el viento. vicent m. pastor

Decía Raimon que: «Al meu país la pluja no sap ploure: o plou poc o plou massa; si plou poc és la sequera, si plou massa és la catàstrofe». En la comarca ribereña se ha podido comprobar estos días. Había grandes esperanzas en que las lluvias desahogasen un poco la severa sequía que se está viviendo en los últimos meses pero cayó poca agua y demasiado pedrisco. Se concentró sobre todo en la zona «alta» de la Ribera, con especial incidencia en la Vall dels Alcalans, donde el pedrisco dejó daños en las cosechas de Real, Montroi y Turís.

Además, el fuerte viento que acompañó a la tormenta la tarde del martes provocó algunos problemas en núcleos urbanos como Alzira, donde los bomberos tuvieron que salir en varias ocasiones de emergencia para, por ejemplo, descolgar una pesada persiana que se voló y acabó en los cables de alta tensión, con el peligro de caída sobre algún viandante.

El sindicato AVA recogió partes de daños repartidos y desiguales en algunas plantaciones de caquis de Turís y Alboraig, es decir en el horizonte norte de la Ribera. El estado de maduración más avanzado del caqui provocó que el pedrisco le hiciese mayor daño, aunque la tormenta se concentró en parcelas muy localizadas. La incidencia, por tanto, fue limitada. También hizo daño en l'Algoder de Real, donde existen frutales, viña y algo de cítricos. En Montroi (así como también en otras zonas como las de Benimodo o l'Alcúdia) los cítricos no sufrieron grandes daños (ya que la piel de la naranja todavía está dura a estas alturas de la campaña) pero el viento sí que consiguió que algunos ejemplares cayesen al suelo. Y es que las rachas de viento llegaron a los 78 kilómetros por hora en Benimodo, los 69 en Catadau, l'Alcúdia, Montroi y Montserrat, los 63 en Almussafes y Llombai, 61 en Alzira y 54 en Algemesí. Por su parte, por lo que se refiere a los metros cúbicos de lluvia caídos en la Ribera, los datos más importantes se registraron en Montroi, donde aparecieron 20'4 l/m3. Las cifras contrastan con los aproximadamente 100 kilómetros por hora en el viento que padecieron en la capital, Valencia, además de más de 50 litros por metro cúbico. El temporal de la ciudad del Cap i Casal sorprendió a muchos y muchas, que vieron como el verano se despidió sin avisar y el temporal llegó a provocar un impresionante «downburst», nombre en inglés de lo que los meteorólogos conocen como tormentas de reventones que se viven cuando existen vientos de 100 o 120 kilómetros por hora y que se producen tras la formación de una fuerte corriente descendente que se transforma en una ráfaga hacia fuera de vientos muy dañinos o cerca del suelo.

La lluvia pasó sin dejar cifras importantes de agua en el resto de la comarca, por lo que los agricultores deberán seguir con los riegos de emergencia en algunas zonas como Turís o Montserrat. Los meses del verano estuvieron marcados por las escasas lluvias. Fueron puntuales y muy concentradas y no sirvieron para conseguir mayor humedad en los montes, lo que fructificó en desastres naturales como los vividos en los incendios de Carcaixent (que afectó a otras ciudades como Alzira) o el que incidió en la zona de Sumacàrcer, Sellent, Cotes y Càrcer tras pasar a la Ribera el fuego que se originó en la Canal de Navarrés, exactamente en Bolbaite.

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