Como buen amante del gesto, ¿qué obras o espectáculos destacaría en la presente edición?
Destacamos grandes espectáculos como Leandre, Kulunka o Marie de Jongh, pero también hay una apuesta por sorprendentes espectáculos de calle como Beau Geste, Le snob, Cie.1watt o Circ Bover.
El MIM es internacional, pero nunca deja de lado una firme apuesta por el teatro valenciano. En esta edición vuelve a haber una firme apuesta. ¿Qué nivel tiene el teatro gesticular valenciano?
Hay compañías valencianas que apuestan y trabajan con el gesto y sin duda el festival será su puerta para mostrarse a un mercado internacional. En valencia hay muchísimo talento y con mucha calidad. Compañías como Bambalina, Maduixa, Visitants, La Fam, La Ferroviaria, Cienfuegos Danza, La Dependent... todas han pasado por el MIM con alto nivel en sus creaciones. Pero es verdad que no solo ser valenciano te asegura un pasaporte para participar en el festival, se tienen que presentar trabajos cuidados y de calidad.
El «ForaMIM» nació como un complemento y se ha consolidado como una parte importante de la propuesta escénica.
El «off MIM» complementa cada año el programa de festival. Este año se presentan diferentes espectáculos en cafeterías y bares, conciertos, noche de tapas o incluso un «shopping night» que pretende acercar a todos los visitantes del festival al comercio de la localidad.
¿Qué balance se puede hacer de esta edición?
El balance es positivo, creo que la gente se ha sorprendido, emocionado y se deja llevar por los impulsos propios del festival. Se ha presentado un ambicioso programa que el público ha disfrutado y, repito, será difícil de superar en años venideros.
