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Alberic

Alumnos con necesidades especiales se quedan con la mitad de sus educadores

Los padres y madres denuncian que los colegios Rafael Comenge y El Convent no pueden compartir una profesora de apoyo contratada a media jornada Educación ha prometido que solventará el problema en octubre

Alumnos con necesidades especiales se quedan con la mitad de sus educadores

Un grupo de padres y madres de Alberic ha lamentado la falta de atención que padecen sus hijos por la carencia de profesores especializados en los colegios Rafael Comenge y El Convent. Algunos alumnos de ambas escuelas padecen autismo o movilidad reducida y sólo cuentan con una educadora a media jornada que reparte sus horas laborales entre ambos centros. Tanto los progenitores como el personal docente coinciden en la necesidad de solventar esta situación, que representa un problema para todas las partes implicadas. Según confirmó ayer el director del Rafael Comenge, Arturo Pons, «la conselleria es consciente del problema y asegura que será algo momentáneo, pero lo cierto es que nosotros no podemos aguantar así todo el curso».

Hasta no hace mucho, Alberic contaba con una única educadora, a dedicación completa, en un solo centro. Los padres y madres afectados por esta deficiencia lucharon para lograr una nueva docente especializada. Consiguieron una dedicación a media jornada que solventó los problemas de los menores. Pero la situación ha cambiado este curso, ya que una alumna pasó al instituto y Educación decidió que, con ella, se trasladaría la educadora a tiempo completo. De este modo, los colegios Rafael Comenge y El Convent han iniciado este año lectivo con una única educadora, a tiempo parcial, que se reparten entre ambos.

Los padres y madres no han tardado en reaccionar ante lo que consideran «una situación lamentable y de dejadez total por parte del inspector de zona». Según explica una madre afectada, Norberta Nuñez, «en uno de los colegios hay 4 niños con dictamen de escolarización y en el otro tres; son ellos los que están sufriendo esta decisión lamentable», recalca. El dictamen de escolarización es un documento que recoge las capacidades de los alumnos con necesidades educativas especiales. Este supuesto implicaría «que no se está cumpliendo la legalidad vigente, que marca un educador a partir de tres alumnos, mientras aquí estamos compartiendo el mismo», relata la madre.

Esta casi decena de niños se enfrenta a una serie de complicaciones en su día a día en clase: «Algunos tienen autismo o trastornos similares, otros tienen movilidad reducida (casi nula)». Se trata de niños «a los que les cuesta integrarse, que requieren ayuda para cosas tan simples como ir al baño y que establecen unas rutinas con una educadora y ahora no la tienen, de modo que a veces ni si quiera les apetece ir al colegio», explica Núñez.

Una solución momentánea

La madre de uno de los menores recalca el esfuerzo de la actual plantilla docente del colegio Rafael Comenge: «Los maestros se han volcado con nuestros hijos, se han centrado mucho en ellos, pero eso es insuficiente porque requieren un cuidado especial y no les podemos pedir más», explica. A su vez recalca: «Lo que tampoco queremos es que a la chica que se ha marchado al instituto ahora le quiten esa ayuda para devolverla al colegio, simplemente, Alberic necesita una educadora más», matiza.

El director del centro constata las carencias que sufre el centro: «Es evidente que tenemos una necesidad, la Conselleria de Educación sabe de nuestra situación y nos dice que el hecho de compartir una educadora es sólo una solución transitoria y que se espera solucionar el problema, posiblemente en octubre». Y sentencia: «La escuela no puede aguantar todo el curso de esta manera».

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