Jugada maestra para el PP diseñada por el equipo de gobierno de Algemesí compuesto por el PSOE y Esquerra Unida. La frase parece un oxímoron pero es la lectura rápida que se puede realizar tras la puesta en marcha de los presupuestos participativos con los que el ejecutivo de Marta Trenzano pensaba «abrir» las cuentas y fortalecer la democracia. Sin embargo, una jugada de última hora (que según defienden personas próximas al equipo de gobierno no contaba con premeditación) ha acabado por crear una crisis de gobierno que puede tener crudas consecuencias para la gobernabilidad de Algemesí. En su ímpetu por llegar a un consenso entre las diferentes fuerzas políticas, Trenzano sentó en la mesa de presentación de los nuevos presupuestos participativos al concejal del PP Vicente Carlos Chilet, quien mostró, como no podía ser de otra forma, su apoyo a la intervención de la ciudadanía en las decisiones gubernamentales. Sin embargo, estirar por la derecha hizo quebrar la cuerda por la izquierda y Més Algemesí mostró rápidamente ayer su malestar y retiró su confianza al equipo de gobierno, a quien negará su apoyo a los presupuestos que empezarán a negociarse tras la Setmana Taurina.
El ayuntamiento ha invitado a todos los vecinos de la ciudad a involucrarse en el proceso de presupuestos participativos que se llevará a cabo a lo largo del mes de octubre. Sin embargo, el simbolismo de la incorporación momentánea del PP para apoyar una decisión secundaria puede provocar que el acuerdo más importante del año (el de los presupuestos) no se pueda llevar a cabo.
Eso porque además, según fuentes consistoriales, el PSPV-PSOE y EU no cuentan con un Plan B. No existe acercamiento alguno al PP, que mediante sus hombres fuertes siguen atizando duramente al equipo de gobierno, como se ha podido comprobar en las últimas semanas con los asuntos vinculados a Asensio García (con el vigilante contratado para la Trobada) o al exinspector de la Policía Local.
La presencia de un edil del PP en la mesa ayer creó sorpresa general, pero según fuentes del consistorio no cuenta con más simbolismo que el intento de mostrar consenso en cuanto a la participación ciudadana. «Si hubiese un pacto mayor con el PP se hubiesen sentado un peso pesado del PP como Vicent R. García Mont». Més Algemesí se exhibe siempre como un socio externo que, sin embargo, es muy crítico con el gobierno de Trenzano. Esta estrategia les permite evitar el desgaste de la acción de gobierno. Su apoyo directo o indirecto era necesario hasta ahora para aprobar las iniciativas gubernamentales que requieren la mayoría absoluta, incluidos los presupuestos. La ruptura actual dificulta el gobierno.
