Los vecinos de Turís se han acostumbrado a convivir con las restricciones nocturnas de agua. La próxima semana se cumplirán dos meses desde que empezaran a aplicarse y, si no llueve y la situación de los pozos mejora, continuarán. Los dos pozos que tradicionalmente abastecen el núcleo urbano están bajo mínimos y el ayuntamiento ha tenido que recurrir por segundo año a comprar agua a una comunidad de regantes de Godelleta. El acuerdo contempla la adquisición de 300.000 litros diarios, aunque no siempre llega el mismo caudal y hace dos semanas se produjo una situación límite en que se llegó a barajar la posibilidad de ampliar el horario de las restricciones -actualmente de 12 de la noche a 8 de la mañana- tras dos días consecutivos sin recibir agua. «De momento vamos aguantando, pero que se corte más horas dependerá de que nos corten el suministro de la comunidad de regantes, dependemos de un suministro de terceros que también falla», comentó el alcalde de Turís, Eugeni Fortaña, que no dudó en señalar que se trata del «peor año de la historia» desde el punto de vista de la sequía.
Los cortes nocturnos fueron una primera medida de ahorro -la presencia de depósitos en las casas permite salvar esta franja horaria- a la que también durante el verano se unió el cierre de la mayoría de fuentes públicas de Turís y la reducción al mínimo del riego de jardines. El mes de septiembre comenzó con sólo dos fuentes abiertas de las ocho o nueve que hay en el caso urbano, si bien en los últimos días se ha cerrado también la del parque del Riuet y únicamente se ha dejado en servicio la del parque de la Mina, que se localiza en el centro del pueblo, explicó Fortaña. Paralelamente, el ayuntamiento ha emitido bandos para concienciar a los vecinos de la necesidad de moderar el consumo de agua.
Fortaña estimó que alrededor del 50 % del caudal que se distribuye en estos momentos procede de los pozos propios -señaló que los operarios se ven obligados a parar la bomba para permitir que el pozo se recupere- y el otro 50 % proviene de Godelleta. «Menos mal que hicimos la canalización«, comentó. El alcalde reconoció que no hay previsión de levantar los cortes nocturnos mientras no mejore la situación de los pozos y que estos dependen básicamente de que vuelva a llover. «Mientras no llueva, seguiremos igual porque el acuífero está muy castigado», indicó Fortaña.
