Las en otro tiempo habituales tormentas de fin de verano no han tenido incidencia en la Ribera y, a falta de diez días para cerrar el año hidrológico, la Ribera Baixa es la comarca valenciana con mayor déficit de precipitaciones, según el último informe elaborado por la delegación territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que recoge datos hasta el 20 de septiembre. El índice histórico que ofrece el promedio de lluvia en el período 1981-2010 fija en 629,7 litros el registro de precipitaciones considerado como normal a estas alturas del año hidrológico -comienza el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre-, aunque hasta el día 20 el acumulado únicamente refleja 235,5 litros, lo que representa un déficit hídrico del 63 %.
La sequía también se deja sentir en la Ribera Alta, donde la anomalía es menor, pero no por ello menos preocupante ya que tampoco se ha recogido este año ni la mitad de la lluvia que en base al ciclo histórico se consideraría normal. En concreto, los datos de Aemet cifran en 263 litros la lluvia registrada este año cuando el promedio normal supera ligeramente los 580 litros, lo que se traduce en un déficit del 55 %.
La sección de Climatología de de la delegación de Aemet también presentó el miércoles un balance del verano climático, que abarca los meses de junio, julio y agosto, que califica como cálido y muy seco en el conjunto de la Comunitat Valenciana, como ayer informó Levante-EMV. El desglose de datos por observatorios revela como la Ribera ha sufrido la escasez se lluvias con déficits de hasta el 68 % en la estación de Benimodo, donde durante ese trimestre apenas se han recogido 14,9 litros.
Curiosamente, el municipio donde desde principios de agosto se están aplicando restricciones nocturnas en el abastecimiento de agua a la población, Turís, es el único que ha registrado este verano en la Ribera un balance positivo gracias a una tormenta que afectó principalmente a la Hoya de Buñol y que descargó en pocas horas 46 litros por metro cuadrado, lo que supera el promedio histórico de 39,6 litros que se consideraría normal en estos meses de verano, lo que representa un superávit del 16 %.
Los datos facilitados por el observatorio de Alzira cifran en un 34 % el déficit hídrico, ya que este verano apenas se han recogido 28,3 litros cuando el promedio normal sería de 43. Los observatorios de Cullera y Sueca arrojan déficits incluso superiores, del 38 % en el primer caso y del 48 % en el segundo, tras registrar un nivel de precipitaciones muy similar en torno a los 24 litros.
Los 24,6 litros recogidos en Alginet, no obstante, representan un déficit del 49 % ya que el promedio histórico sitúa en 48,7 litros la lluvia que se consideraría normal. Más grave es la situación en Antella y Algemesí. Los apenas 16,5 litros registrados representan en Antella un déficit del 62 % frente a un promedio de 53 en el ciclo 1981-2010, mientras que los 15,8 litros recogidos en Algemesí implican un déficit del 63 %.
