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El granizo daña los cítricos y el caqui en Favara y Llaurí

El pedrisco también afecta a la cosecha en Càrcer y Alcàntera, donde llovió más de 50 l/m2 Las rachas de viento llegaron hasta los 70 km/h.

El granizo daña los cítricos y el caqui en Favara y Llaurí

La tormenta que ayer atravesó gran parte de la Comunitat Valenciana para terminar provocando verdaderos estragos en las Islas Baleares dejó su huella en la comarca. Algunos municipios como Favara, Llaurí, Corbera, Càrcer o Alcàntera padecieron los efectos del pedrisco. De ellos, fue Favara quien se llevó la peor parte al caer en cuestión de minutos una gran cantidad de piedra que estropeó gran parte de la producción de caquis y de cítricos. Los dos municipios de la Vall Farta, por su parte, registraron -además de la piedra- cerca de 60 litros por metros cuadrado en poco más de una hora.

Según comenta la alcaldesa de Favara, Oro Azorín, «el pedrisco no ha causado daños en el casco urbano pero sí ocasionará numerosas pérdidas en el campo». La mayoría de campos de la Partideta y la Pomereta están afectados, y en pocos días se podrán observar mejor los daños. «Algunos campos se van a perder por completo», añade. En el municipio vecino, el colectivo Amics de la Muntanya de Llaurí comprobó ayer como todavía quedaban restos del pedrisco en el monte. En algunos puntos de la sierra las fuertes lluvias provocaron desprendimientos de tierra que han afectado a algunas sendas. Sin embargo, en lo que refiere a la zona urbana, la primera edil, Ana González, confirma que no se registró ningún daño a considerar.

En lo que respecta a Càrcer y Alcàntera, el granizo cayó acompañado por mucha agua, lo que mermó los posibles daños. El alcalde de Càrcer, Pepe Botella, consideraba tras realizar una primera batida por el término que «todavía no se sabe si los cítricos se han salvado, pero la afección en el caqui superará posiblemente el cincuenta por ciento». Precisamente, estos dos municipios registraron los valores más altos de lluvia recogidos, pues los pluviómetros alcanzaron los 56,4 litros por metro cuadrado, según fuentes de Avamet, Aemet e Inforatge. Otros municipios en los que se recogieron unos valores altos fueron Beneixida (48,2 l/m2), Real (36, 2 l/m2), Algemesí (34,8 l/m2), Alberic (33,6 l/m2) o Alzira (31 l/m2).

El viento también fue protagonista en el temporal del viernes, pues en municipios como Alberic se registraron rachas de hasta 70 kilómetros por hora, mientras que en Alzira causó algunos contratiempos. De hecho, el pequeño vendaval originado por el frente de racha de la tormenta se llevó por delante unas terrazas de la plaza Mayor. Otro aspecto a destacar de la gran cantidad de células tormentosa que se originaron fue la gran cantidad de aparato eléctrico que descargó. En total se contabilizaron 9.371 rayos en toda la Comunitat Valenciana, según asegura el meteorólogo Jovi Esteve.

Origen del temporal

El propio Esteve explica que fue «la llegada de una vaguada muy profunda o lengua de aire frío en altura la que provocó que se originaran tormentas muy fuertes que descargaron una cantidad muy importante de agua en poco más de una hora y estuvieron acompañadas de muchísimo aparato eléctrico, rachas de viento muy fuertes y pedrisco». El responsable de Inforatge indica que «los primeros núcleos se formaron en Castellón y se dirigieron hacia el sur para cruzar la Ribera y salir hacia el mar por la comarca de la Marina».

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