Agentes de la Guardia Civil de Carcaixent han confiscado en este municipio una réplica exacta de un fusil ametrallador de asalto AK-47, más conocido por su nombre popular de «Kalashnikov», a una pareja acusada de tráfico de drogas tras intervenir en su domicilio una notable cantidad de cocaína lista para ser vendida.
La intervención policial, llevada a cabo por agentes del área de investigación del acuartelamiento de Carcaixent, se produjo el pasado día 21, aunque no había trascendido hasta ahora. Los guardias civiles acudieron ese día a primera hora de la mañana a la vivienda, ubicada en la calle San Antonio de Carcaixent, y arrestaron a los dos sospechosos.
A continuación, registraron la casa y hallaron 300 gramos de cocaína y útiles de los empleados habitualmente para envasar las dosis que luego se venden al usuario final. Una vez completado el registro, los investigadores acudieron a los domicilios de la madre y de una tía del principal sospechoso, residentes ambas en otra calle próxima.
En esos nuevos registros, los guardias civiles del área de investigación de Tavernes no encontraron nada de relevancia, por lo que acometieron un cuarto registro, el de un chalé ubicado en las inmediaciones de la urbanización Montecampo de ese mismo municipio.
Fue en el interior de esa vivienda donde los agentes localizaron una pequeña plantación de marihuana, así como dos armas, para las que no tenían ni licencia ni guía, al parecer, por lo que los agentes les imputaron, además el delito de tráfico de drogas, otros dos de tenencia ilícita de armas.
Una imitación perfecta
Una de ellas era una carabina del calibre 22 que había sido replicada con la forma de un kalashnikov, un arma de guerra muy característica por tener curvo el cargador. Las ametralladoras de asalto AK-47 -la contracción de Automat Kalashnikova 1947 (apellido del diseñador del arma y año de su creación) utilizan munición 7.62, ya erradicada, mientras que la réplica de Carcaixent era una simple carabina del 22.
La otra arma era una escopeta de caza pero de calibre pequeño -un 20, en lugar del habitual 12 de los cartuchos más empleados por los cazadores-. Ambas fueron confiscadas y enviadas a la Intervención de Armas de la Comandancia de Valencia.
