A pesar de la intensa campaña que ha realizado el Ayuntamiento de Cullera sobre las tierras abandonadas para evitar y prevenir incendios, el fuego volvió a devastar una parcela de la población. El pasado sábado por la tarde y en un camino rural de los que parten del conocido como «Camí del Mig», una parcela de aproximadamente cuatro hectáreas ardió y el incendio no fue a mayor gracias a la rápida intervención de los bomberos del parque comarcal de Cullera.
Una llamada de un vecino alertó al cuerpo antiincendios de que en dicha zona se habían propagado las llamas en un campo abandonado. Rápidamente, una dotación se personó en el lugar de los hechos, detectando que el fuego estaba enmarcado en una parcela abandonada de cultivo, con el peligro de una rápida propagación debido a la altura de los matorrales y matojos y la proximidad de un cercado natural muy seco.
La humedad provocada por la fuerte tormenta de la noche anterior hizo que el fuego no tuviese una rápida expansión y los bomberos centraron su actuación en evitar que se propagase a los huertos colindantes de naranjos especialmente, así como para que no llegase al cercado seco. Una vez más, la Concejalía de Agricultura quiso hacer hincapié en que se ha publicado ya un bando para que los propietarios de las parcelas abandonadas las mantengan limpias.
Hace apenas dos semanas el mismo ayuntamiento presentó una retroexcavadora que se ha comprado para realizar la limpieza de los campos, recordando que las sanciones serán de hasta 3.000 euros por hanegada y en caso de que sea el consistorio quien realice la limpieza de oficio se tendrán que costear los gastos a razón de 100 euros por cada hanegada.
Este incendio se une al que se produjo el pasado viernes por la noche, a consecuencia de la tormenta de rayos en la zona del Manhattan, y que se tuvo que sofocar por parte de los bomberos
