El domingo concluyeron con magnificencia las fiestas dedicadas a la patrona de Alzira, la Virgen de Lluch, que en esta ocasión fueron muy lucidas al conmemorarse el cincuentenario de su coronación, acaecida el el domingo 22 de mayo de 1966. Tras bajar la imagen de la patrona desde su santuario en la Muntanyeta del Salvador, durante toda la semana visitó todas las parroquias alcireñas, comenzando por la que es titular y desplazándose cada día a otra barriada: primero a la Sagrada Familia, después a San Juan Bautista, Santos Patronos, La Encarnación, las capillas del Colegio La Purísima de las MM Franciscanas y el Hogar de Ancianos Santa Teresa Jornet, y el sábado 24 a la parroquia de Santa Catalina.
En la mañana del domingo, como viene siendo costrumbre, en el Parc de les Muralles se representó la «Troballa». La imagen de la Virgen de Lluch fue hallada por el pastor Lluch. En la Processoneta del Matí, los alcireños ofrecen una madeja de seda recordando su fabricación en el siglo XIX. El desfile incorpora a los grupos de danzas y los «dolçainers». A llegar al ayuntamiento, en el salón noble se realizan unos parlamentos por parte de los niños que representan al pastor, al alcalde y al cura, y desde el balcón del palacio de Santiago, los presidentes de la cofradia de la Mare de Déu, Antonio Sancho y Ana Lluïsa Andrés, acompañados de las Damas de la Verge, mostraron al pueblo, concentrado en la plaza, la imagen de la Verge.
Hacia las seis y media de la tarde fue recibido el cardenal arzobispo de Valencia, monseñor Antonio Cañizares, para partir en procesión hacia la plaza para la celebración de la eucaristía, como ya se realizó en 1966. En esta ocasión, como en la anterior, la Virgen fue acompañada por las imagenes -bajo palio- de los Santos Patronos, Bernardo María y Gracia, abriendo marcha la Colla de Dolçainers i Tabaleters La Rabossa. La plaza, centro neurálgico de la población, se hallaba repleta de fieles en la parte de las columnas para seguir la misa de pontifical, que fue cantada por la Coral Ciudad de Alzira dirigida por José Luis Palomares. En la parte izquierda los más de setenta costaleros depositaron el trono que portaba la imagen patronal.
A la derecha, los porteadores de las imagenes de los Santos Patronos, situaron su carroza, presidiendo junto las imágenes patronales las de las fiestas de barrios y partidas de Alzira. En la parte derecha de la plaza se situaban las autoridades, presididas por el alcalde, Diego Gómez, con la corporación municipal, las falleras mayores y los responsables de los cuerpos policiales. A la izquierda estaban las damitas de la Virgen, los presidentes de la Cofradia del Lluch y la junta organizadora del cincuentenario con sus presidentes Aureliano Lairón e Inmaculada Rubio; las camareras de la Virgen y los presidentes de fiestas de barrios y partidas.
En la concelebración participaron dieciocho sacerdotes con el vicario episcopal de la Ribera, Luis Joaquín Molina Mestre. En las lecturas participaron representantes de las cofradias. En el acto de la ofrenda se acercaron al altar las falleras mayores y la Dama Mayor, que recibió con cariño y simpatía el celebrante. Se instalaron alrededor de 800 sillas.
Al finalizar la eucaristía, tras al canto "dels gojos", se organizó la procesión con la imagen cargada a hombros de los porteadores y la banda de la Sociedad Musical de Alzira presidida por el director, Ramón García Soler, para regresar por el itinerario de costumbre al santuario, donde llegaron casi a medianoche. Al final de la Avenida José Pau, se disparó el habitual castillo de fuegos de artificio.
