La presencia de un caballo suelto de madrugada por la Ronda Norte de Alzira (CV-43) no sólo provocó el viernes un grave riesgo de accidente -un turismo ya arrolló hace dos años a un equino en esta vía y en idénticas circunstancias- sino que también evidenció la ausencia de un protocolo de actuación en estos casos que, en Alzira, se repiten de tanto en tanto. Los intentos del alcalde, Diego Gómez, para impulsar un servicio de recogida de equinos mancomunado ha chocado con la ausencia de empresas que cumplan todos los requisitos que exige la ley, como ayer informó Levante-EMV, y esa misma noche, los agentes de la Policía Local que estaban de servicio se encontraron con el problema de no saber qué hacer con un caballo, que acabó atado a una valla publicitaria al no disponer de ningún recinto al que trasladarlo.

La abogada animalista Olga Hurtado denunció ayer lo que considera «una vergüenza»: «No se puede consentir que una población como Alzira siga sin tener un protocolo de actuación para estos casos», comentó, mientras recordaba la polémica que se generó hace tres años cuando un caballo que había sufrido un atropello estuvo agonizando varias horas en una cuneta sin que nadie se hiciera cargo del animal.

Hurtado también criticó lo que considera «poca sensibilidad» de la Policía Local al dejar atado al animal con una cinta de escasa longitud durante horas «sin comida ni agua» y bajo la lluvia de la noche y el sol por la mañana. En este sentido, detalló que el aviso de la presencia del caballo sin control se produjo sobre las tres de la madrugada y que, como mínimo, el equino seguía atado hasta casi el mediodía de ayer. «Cuando la policía requisa un coche, si alguien no demuestra que es el propietario no se lo lleva pero, en el caso de un caballo, si llega alguien que dice que es suyo lo coge», lamentó la abogada animalista.

El ayuntamiento intenta organizar un servicio de recogida de equinos a través de la Mancomunitat para hacer cumplir las ordenanzas municipales, especialmente en l'Alquerieta, donde es frecuente la presencia de caballos en la calle.