El pleno del Ayuntamiento de Llaurí aprobó el pasado jueves por unanimidad solicitar la declaración de zona catastrófica de todo el término municipal por los daños que ocasionó el granizo en la fuerte tormenta del pasado viernes 23 de septiembre. La alcaldesa de Llaurí encargó un informe a un ingeniero técnico agrícola para valorar los daños, que giran alrededor del 80 % de la cosecha. En más de 8.000 hanegadas de superficie, no obstante, se ha perdido la totalidad de la producción.
El consistorio acordó en el pleno solicitar a la Administración General del Estado a través de la Subdelegación del Gobierno en la provincia de Valencia y a la Comunidad Autónoma en el marco de sus competencias, que se declare el municipio como zona catastrófica por todos los daños que se han contabilizado. La mayoría de la producción está afectada y estos productos ya no son aptos para la comercialización. Las variedades tempranas de cítricos a punto de recolectar como la Clauselina o la Marisol son las que más han salido perjudicadas, así como el caqui al contar con una piel menos resistente. Además también se han visto perjudicadas otras variedades como la Navelina o la Valencia, otros cultivos como el aguacate o algunos viveros de plantas ornamentales.
En lo que refiere al arbolado, el pedrisco provocó fuertes defoliaciones en las hojas y daños en la corteza por la intensidad del impacto. Esto puede repercutir negativamente de cara a la próxima campaña, pues podría disminuir la producción y, en consecuencia, suponer una perdida de ingresos para el agricultor. En este aspecto, esto podría ocasionar también una bajada en la creación de puestos de trabajo para los jornaleros al haber menos trabajo. Por último, la tormenta también ha provocado daños en caminos por arrastres de piedras y maleza.
