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Incendios

Carcaixent, Rafelguaraf y Alzira sufren más de 250 incendios en sólo 14 años

La Generalitat contabilizó más de 6.800 hectáreas calcinadas hasta 2014 en la zona que une la Ribera con la Valldigna, a las que habría que sumar el último fuego devastador que arrasó el 80% del monte de Carcaixent

Carcaixent, Rafelguaraf y Alzira sufren más de 250 incendios en sólo 14 años

Sólo las lecturas con cierta distancia histórica permiten en ocasiones comprobar la magnitud, por ejemplo, de las catástrofes naturales. Hace unos meses Carcaixent se vio afectado por uno de los incendios más devastadores de su historia, calcinándose aproximadamente el 80 % de su término municipal forestal. Sin embargo, una mirada pretérita permite enmarcarlo en una zona que ha sufrido en exceso el efecto de las llamas. Los términos que se sitúan alrededor de Carcaixent (con poblaciones como Alzira, Tavernes de la Valldigna, Rafelguaraf y Simat de la Valldigna) sufrieron, en el periodo que se sitúa entre el año 1999 y el 2014, un total de 257 incendios o conatos, calcinándose más de 6.800 hectáreas. De dichos sucesos, cuatro llegaron a ser considerados grandes incendios forestales, según los datos oficiales de la Generalitat Valenciana, al arder más de medio millar de hectáreas. A los datos, que utilizan como marco cronológico quince años, habría que sumar los últimos acontecimientos, por lo que tanto las cifras de incendios como las hectáreas calcinadas están por encima. Dicha zona se sitúa así como una de las más afectadas por el efecto de las llamas de todo el territorio valenciano, que además es uno de los que peores incendios ha sufrido en las últimas décadas de toda España, agravado, claro está, por la escasez cada vez más preocupantes de lluvias.

La Comunitat Valenciana vivió un verano negro similar a los que marcaron 1994 y 2012, cuando la aparición de distintos incendios simultáneos y unas condiciones meteorológicas infernales hicieron prácticamente imposible atajar las llamas. En el incendio de Carcaixent se dieron diferentes circunstancias climatológicas, ambientales y físicas que lo convirtieron en uno de los tipos más temidos por los bomberos. Según los especialistas forestales, el de Carcaixent fue un incendio convectivo, una tipología que se da cuando se unen una temperatura elevada en la atmósfera, la sequedad ambiental en altura y un grado de temperatura en superficie y de velocidad del viento que provoca la cizalladura (la diferencia en la velocidad del viento o su dirección entre dos puntos en la atmósfera terrestre). Es por ello que prácticamente en toda la Ribera y alguna comarcas colindantes se pudo observar una imponente columna de humo que llegaba a gran altura. Los incendios convectivos también se denominan hambrientos porque las diferentes condiciones aunadas acaban intensificando el fuego y haciéndolo más devastador.

Cumplimiento de la normativa

La Junta Directiva de la Asociación Profesional de Agentes Medioambientales de la Comunitat Valenciana evidenció mediante planos y fotografías aéreas que el incendio de Carcaixent recorrió la misma zona y superficie que ya había arrasado un siniestro registrado en 1981, hace ahora 35 años. Desde entonces, recordó la asociación, ha cambiado mucho la normativa, la conciencia ciudadana, la tecnología, y los medios disponibles para la extinción. Sin embargo, apuntaron, la repetición del incendio, un calco del de 1981, pone en cuestión «si se ha aprendido algo» en este periodo y «si estamos dando , desde la prevención, la mejor respuesta». La asociación se preguntó si se están aplicando las leyes «con suficiente contundencia» referente a «deberes de los propietarios, las quemas agrícolas o la ordenación de los montes».

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