Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El ferrocarril fascina

Una exposición conmemora en Alzira el 75 aniversario de la fundación de Renfe

reconstrucción de un oficio a través de sus herramientas.Francesc Piera, en la inauguración, ante una vitrina con una selección de gorras. Una de las imágenes de la plantilla de la estación que se pueden contemplar en la muestra. Mesa de jefe de estación. Herramientas de comunicación. Fotos de p. f./arxiu municipal/muma

Hubo un tiempo en que los residentes en los pueblos que atravesaba la línea del ferrocarril se acercaban por las tardes a la estación para ver cómo encendían una luz eléctrica que todavía no había llegado a su núcleo urbano. También hubo una época en que el reloj de la estación marcaba la hora oficial para todos los vecinos que hasta entonces se orientaban en el campo por los relojes de sol y en la que los jefes de estación utilizaban una corneta para avisar de la entrada de un tren. También hubo una época no tan lejana en la que cerca de 30 personas trabajaban en la estación de Alzira, que actualmente sólo cuenta con dos, un jefe de circulación dependiente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y un operador comercial vinculado a Renfe.

Todas estas anécdotas y algunas más las desgranó el comisario de la exposición «Un tren de vida. 75 anys de Renfe 1941-2005», Francesc Piera, en la inauguración de una muestra que recoge una selección de elementos utilizados en su actividad cotidiana por los operarios de la Red Nacioal de los Ferrocarriles Españoles a lo largo de los años. Se trata mayoritariamente de fondos recogidos a lo largo de su carrera profesional por Diego Cuenca, un técnico eléctrico de la compañía que, como destacó Piera, «más que un coleccionista era una persona muy apasionada por su trabajo que vivió una evolución tecnológica muy grande».

La viuda de Cuenca, Dora Diente, presente en la inauguración, ha cedido el material para una exposición que se podrá contemplar en el Museu Municipal d'Alzira (MUMA) hasta el próximo 20 de noviembre. El alcalde de Alzira, Diego Gómez, presidió el acto y aprovechó su intervención para reivindicar el proyecto de recuperación del antiguo trazado del tren de vía estrecha que cruza el valle de Aigües Vives como vía verde, un proyecto que está pendiente de obtener financiación por parte del Ministerio de Medio Ambiente. También asistieron ferroviarios jubilados y profesionales del sector en activo y miembros de la Asociación Valenciana de Amigos del Ferrocarril, que señalaron que Renfe no ha celebrado ningún acto conmemorativo de su 75 aniversario.

Francesc Piera relató que la muestra inaugurada el jueves es un proyecto que llevaba en cartera desde hace prácticamente quince años, cuando a las puertas de la conmemoración del 150 aniversario de la llegada del ferrocarril a Alzira conoció a Diego Cuenca, un trabajador de Renfe que estuvo en la estación de Alzira y que finalizó su etapa profesional en la estación del Norte de Valencia. El comisario recordó que el aniversario de la llegada del ferrocarril a Alzira el 1 de marzo de 1853 al completarse un nuevo tramo de la línea entre Valencia y Xàtiva no contó con muchos actos conmemorativos pese a que, según destacó, el tren transformó el paisaje de la Ribera y se convirtió en un motor económico. Piera señaló que aprovecha ahora el 75 aniversario del a fundación de Renfe para dar a conocer «un patrimonio que no es sólo de la empresa».

La exposición reúne elementos sonoros utilizados en la estación en diferentes épocas como campanas, cornetas y silbatos -el comisario no dudó en señalar que había sido todo un descubrimiento para él conocer los diferentes elementos-, pero también señales luminosas, en este caso diferentes tipos de faroles, y una selección de once gorras de diferentes épocas y jerarquías, la más reciente aportada por el actual jefe de circulación, Tomás Rivera, y una colección de teléfonos antiguos. La muestra también incluye un antiguo cuadro de mandos rescatado por Diego Cuenca que reproduce el trazado de las vías en el término de Alzira antes de 1982. También se ha montado una mesa de jefe de estación con el antiguo reloj a su espalda. Unas cajas de naranjas y unas maletas, incluido un baúl de carpintero, también forman parte de la exposición en una alusión clara a la exportación de cítricos y al uso del ferrocarril como medio de transporte.

El director del MUMA, Agustín Ferrer, destacó como los arqueólogos buscan artículos u objetos para intentar reconstruir un patrimonio inmaterial y que, en este caso, a través de la colección expuesta, se puede reconstruir el trabajo de los ferroviarios.

El alcalde de Alzira, Diego Gómez, comentó que si bien la propia viuda de Diego Cuenca, a la que conocía personalmente, le había hablado las aficiones de su marido, había descubierto la fascinación por el ferrocarril gracias al trabajo de Francesc Piera. Gómez reivindicó la necesidad de recuperar la vía verde por la Barraca como un nexo de conexión entre los pueblos de forma sostenible.

Francesc Piera, por su parte, destacó que el ferrocarril no sólo supuso una revolución en su momento sino que se trata de un mundo muy extenso que, todavía hoy, fascina.

Compartir el artículo

stats