El incendio de unos contenedores de basura en la madrugada del domingo alarmó a los vecinos de una finca que recae en la calle Francisco Bono al alcanzar las llamas las ventanas del primer piso -en una de las habitaciones dormía una niña de año y medio- y dejar su huella también en el segundo piso y en un coche que se encontraba estacionado en la calle. El concejal de Servicios Públicos, Fernando Pascual, que el mismo sábado se personó en la vivienda para interesarse por lo sucedido, no dudó ayer en atribuir el fuego a un acto de vandalismo.

El fuego se produjo sobre las cinco de la madrugada y destruyó por completo los cuatro contenedores -el de residuos sólidos urbanos y los de recogida selectiva- que conforman estas isletas en las que los vecinos depositan la basura orgánica y los deshechos que destinan al reciclaje. Se desconoce cómo se originó el fuego, pero las llamas se propagaron con rapidez y alcanzaron un altura considerable en una combustión rápida, afectando a la fachada de la finca más próxima. Los bomberos y la Policía Local tuvieron que intervenir para sofocarlas.

«En mi casa estábamos todos acostados. Mi nuera oyó algún ruido que la despertó y vio por la ventana el fuego. Cogió corriendo a la nena y la trajo a mi cuarto, que no recae a esa fachada y donde no llegaba el humo», relató ayer Mª José, que ocupa la vivienda más afectada y que no dudó en valorar lo sucedido como «una gamberrada grande». Esta vecina señaló que, en su piso, se habían quemado las persianas y roto los cristales de las dos ventanas que recaen a la calle Francisco Bono. «Si estás durmiendo y te llaman que hay fuego es un gran susto, me puse lo primero que cogí y, en camisón, con una chaqueta y zapatillas de ir por casa, bajé a la calle», relató, mientras comentaba que un vecino que se encontraba viendo la tele y bajó al notar el fuerte olor a quemado le llamó al timbre aunque, según dijo, «nosotros ya estábamos despiertos». «Le pregunté a la policía si podía ser una colilla, pero me dijeron que era demasiado para una colilla», incidió Mª José, al tiempo que repasaba el sobresalto. «Por qué no se han quemado los?, han hecho mucho daño», señaló. Esta vecina comentó que el fuego había quemado unos cables y había dejado sin teléfono a un buen número de usuarios y que también había provocado la caída de unas losas de esta fachada.

El edil de Servicios Públicos lamentó esta nueva acción vandálica en la que, según dijo, «los desaprensivos dejan muestra de su conducta incívica». El ayuntamiento ha dado parte a su compañía aseguradora.