A sus veintidós años, Elena López cuenta en su haber con un palmarés con el que muchos deportistas sueñan y pocos pueden alcanzar. Ahora, suma a su lista de títulos uno muy especial, el de hija predilecta de Turís. Mañana miércoles 19 de octubre, por la tarde, el Ayuntamiento de Turís va a completar el homenaje a su subcampeona olímpica, que tuvo sus primeros pasos con un masivo recibimiento en su pueblo natal semanas atrás.

Ya en dicho acto, desde el balcón del ayuntamiento el alcalde, Eugenio Fortaña, anunció el inicio de los trámites para conceder a Elena el título de hija predilecta. Pasado un tiempo, el pasado 13 de octubre, en el pleno ordinario, se aprobó por unanimidad la concesión de dicho reconocimiento que se le entregará oficialmente el próximo miércoles.

A las 19,00 horas, la comitiva se dirigirá, en primer lugar, a las instalaciones del gimnasio municipal, que a partir de ahora se llamará Gimnasta Elena López Benaches. Una vez descubierta la placa que lo acredita, las autoridades, familiares y amigos de la deportista encaminarán sus pasos hacia el Teatre Ideal, lugar que se habilitó para ver a la turisana disputar la final de gimnasia rítmica en la que logró la segunda plaza junto a sus cuatro compañeras. Una vez en el recinto, se hará la entrega oficial del título de hija predilecta de manos del acalde.

Elena López alcanzó la plata olímpica en su segunda participación en unos Juegos Olímpicos. En Londres 2012, la joven gimnasta turisana, que por entonces tenía diecisiete años, se quedó a las puertas de convertir su primera toma de contacto en una medalla, ya que finalizó la competición en cuarta posición.

Desde entonces trabajó duro para superarse y lograr todavía mejores resultados. Las medallas en diferentes competiciones europeas y mundiales se sucedieron, participando en varias categorías dentro del amplio mundo de la gimnasia.

Pero el sueño de todo atleta es alcanzar la cima en unos Juegos Olímpicos, aunque para muchos el mero hecho de participar ya supone un gran reconocimiento a nivel deportivo. Pero Elena ya sabía lo que se sentía formando parte de la expedición olímpica y quería más, hasta que lo logró este verano. El oro se le resistió, pero se trajo de Brasil una meritoria plata, suponiendo la tercera medalla en la historia de la comarca.

Ahora, habiendo contagiado a toda una generación de niñas su pasión por la gimnasia, con una calle y un pabellón deportivo a su nombre, son pocos los reconocimientos que le quedan a la hija predilecta de Turís.